BLUE MONDAY

Esta es la fórmula matemática que explica por qué hoy, 15 de enero, es el día más triste del año

Aunque parezca imposible, existe una fórmula matemática que explica que el tercer lunes de enero es el día más triste del año.

Como cada año, la tercera semana de enero trae consigo una etiqueta que muchos temen, el día más triste del año, también conocido como el Blue Monday. Pero, ¿cuál es su origen y quién ha llegado a la conclusión de que esto sea así? Te contamos los detalles.

Las Navidades se han acabado y con ellas esa época de celebración y descanso. Además, los estudiantes ya han vuelto a las clases y los adornos navideños ya no se encienden y se guardan. Todos estos procesos (y otros factores) provocan que el día más triste del año suceda en enero.

Se le denomina Blue Monday y hace referencia, literalmente, a un "Lunes azul". Se asocia este color a los estados de ánimo tristes o deprimentes por la percepción mental que tiene la sociedad de él, al contrario que ocurre con el color naranja, amarillo o rojo, que representan más la alegría.

Por tanto, el Blue Monday es el lunes más triste del año. Y, desde que se acuñó el término, se refiere al tercer lunes de enero. Aunque podría parecer que fuera el primer día de trabajo tras las vacaciones, tradicionalmente se le denomina al tercer lunes del nuevo año.

Hay tres razones principales para bautizar este día como el más gris de todos: en primer lugar, porque no cumplimos nuestros propósitos de Año Nuevo; en segundo lugar, porque aún no cobramos nuestras nóminas en un mes muy complicado (la conocida cuesta de enero); y en tercer lugar, por el mal tiempo que acompaña a esta época del año, especialmente las bajas temperaturas y los días lluviosos.

La fórmula matemática que lo explica

Para conocer el origen de esta expresión hay que remontarse a 2005, cuando Cliff Arnall, profesor de la Universidad de Cardiff y experto en motivación, empleó por primera vez el término tras designar una supuesta fórmula matemática para determinar el día más triste del año.

Arnall se basó en un patrón, 1/8C+ (D-d) 3/8xTI MxNA, en el que la C hace referencia al clima, la D a las deudas contraídas durante las fiestas, d es el dinero que cobraremos a final de enero, T es el tiempo que ha pasado desde la Navidad e I es el tiempo que ha transcurrido desde el último intento de dejar un mal hábito. Por último, M son las motivaciones que aún nos quedan y la NA representa la necesidad de actuar para cambiar todo lo negativo que tenemos en nuestra vida.

Según esta fórmula matemática, ese día se dan las peores condiciones anímicas de todo el año por lo que la gente suele acumular más tristeza, pesimismo e incertidumbre. Aunque lo cierto es que posteriormente la comunidad científica rechazó esta formulación tachándola de pseudociencia, ya que consideran que es incompatible con cualquier método científico.

Sin embargo, sea verdad o no, lo cierto es que nuestros sentimientos y motivaciones permanecen alteradas después de Navidad. Por ello, hay que seguir algunos remedios para que este día de año no nos pase factura. Por ejemplo, establecer objetivos positivos y definir metas alcanzables para el día o la semana. También realizar actividad física, mantenernos en contacto con familiares o amigos, practicar la gratitud y meditar o descansar y relajarse.