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¿HAS TENIDO ALGUNO ALGUNA VEZ?
A veces no recordamos dónde dejamos ciertos objetos o incorporamos ciertos recuerdos que nunca hemos hecho. Te contamos cómo ocurre esta circunstancia y el trabajo de nuestro cerebro para almacenar nuestras vivencias.
Nuestro cerebro suele acordarse de ciertas circunstancias dentro de las situaciones que vivimos, pero no de todas. Puede que un recuerdo concreto que tenemos no sea fiable al cien por cien. Puede que haya olvidado ciertas partes, detalles o fragmentos concretos. Para solventar este problema, el cerebro genera recuerdos falsos para rellenar todos estos huecos.
Cómo crea falsos recuerdos el cerebro
El cerebro presenta una habilidad muy curiosa, la capacidad de generar y crear ciertos recuerdos y experiencias que hemos vivido, incluso afectando a la memoria a corto plazo. Esto se debe a un proceso automático del cerebro que busca patrones. Es más fácil recordar algo que encaja con nuestras expectativas, seamos o no conscientes de ello. Todo patrón predecible es mucho más rápido de procesar.
En muchas ocasiones, nuestro cerebro no procesa toda la información transmitida por los sentidos, sino que simplemente se intenta anticipar a las circunstancias que ocurren en el exterior. Incluso hay diferencias entre lo que percibimos y lo que el cerebro da por sentado.
Una de las prioridades de nuestro cerebro es la propia supervivencia por ello la interpretación de estos patrones automáticos no siempre cumplen con la información recopilada por nuestros sentidos. Por eso es más que habitual que dejemos ciertos objetos y no recordemos donde están.
Esta información no es útil para nuestro cerebro y no hizo caso al estímulo desarrollado, por lo tanto, olvidamos el recuerdo de dejar es objeto y podemos incluso llegar a perderlo. Esta interacción de nuestro cerebro se realiza de forma automática y no la podemos controlar.