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ECHARSE UNA SIESTA
Un estudio averigua que las ondas cerebrales que se producen al quedarse dormido son similares a las de cuando nos quedamos en blanco.
Nos referimos a quedarnos en “blanco” cuando, de un momento a otro, olvidamos algo que teníamos en la mente. Puede ocurrir durante un examen, en una reunión o simplemente durante una conversación. De repente, aquello que teníamos en la cabeza desaparece y queda un vacío mental. Pero, ¿por qué ocurre esto?
Un grupo de neurocientíficos liderado por Thomas Andrillon, ha llevado a cabo una investigación, publicada recientemente en la Revista Nature, donde se explica que los lapsos de atención están asociados a la divagación de la mente. “Nuestros resultados sugieren que los lapsos atencionales comparten un origen fisiológico común: la aparición de una actividad local similar a la del sueño dentro del cerebro despierto.” señala el estudio.
Para llevar a cabo la investigación, se seleccionaron a 26 participantes sanos y se estudió su comportamiento, la actividad neuronal y la experiencia subjetiva mientras realizaban tareas poco exigentes. Fueron tomando muestras de los participantes interrumpiéndoles mientras realizaban las tareas y realizándoles preguntas respecto a su estado mental. También se registró la actividad cerebral mediante un electroencefalograma (EEG) y se utilizó, junto a la observación del tamaño de las pupilas, como indicador objetivo del nivel de vigilancia de los participantes. Es importante señalar que los integrantes del estudio no estaban privados de sueño ni en condiciones que pudieran favorecer a la somnolencia, como estar tumbado en la cama. Las tareas requerían atención y respuestas constantemente.
Como resultado, los participantes declararon estar centrados en la tarea sólo en un 48% del tiempo de las pruebas. El resto del tiempo, declararon estar pensando en otra cosa o no estar pensando en nada.
Durante la investigación, también se estudiaron los patrones de comportamiento que preceden a los lapsos atencionales. En concreto, se examinó el comportamiento de los participantes en los 20 segundos anteriores a que avisaran de que se habían desconcentrado.
Siestas cerebrales
El electroencefalograma detectó ondas lentas en ciertas áreas del cerebro durante esos últimos segundos, que se asemejan a las ondas lentas observadas en el cerebro de una persona durante los primeros minutos del sueño. Por tanto, el estudio ha llegado a la conclusión de que los lapsos de atención que informalmente denominamos “quedarse en blanco”, son muy similares a las ondas cerebrales del sueño.
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