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SEGÚN UN ESTUDIO
Una reciente investigación ha descubierto que los síntomas gastrointestinales preceden al desarrollo de una enfermedad cerebrovascular.
El párkinson es una enfermedad neurológica y progresiva. No tiene cura, aunque sus síntomas pueden aliviarse con medicamentos. Ahora, una reciente investigación publicada en la revista Gut, ha revelado que ciertos problemas intestinales como el estreñimiento o la dificultad para tragar pueden ser señales de alerta temprana de esta enfermedad neurológica.
Se cree que los síntomas gastrointestinales preceden al desarrollo de una enfermedad cerebrovascular, como un ictus, o de la enfermedad de Alzheimer, y se ha sugerido que las afecciones intestinales pueden preceder también al desarrollo de la enfermedad depárkinson.
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores compararon 24.624 personas que habían sido diagnosticadas con párkinson de causa desconocida con aquellos que habían sido diagnosticados con otras condiciones neurológicas como alzhéimer o enfermedad cerebrovascular, o con ninguna de ellas.
Las personas con párkinson fueron comparadas con personas de su misma edad, sexo y raza para comparar la frecuencia de las condiciones intestinales incluidas en su registro de salud durante un promedio de seis años antes de que se les diagnosticase la enfermedad.
El análisis indicó que cuatro afecciones intestinales estaban asociadas con un mayor riesgo de diagnóstico de enfermedad de párkinson. En concreto, la gastroparesia (retraso en el vaciado del estómago), la disfagia (dificultad para tragar) y el estreñimiento se asociaron a un riesgo más del doble de padecer párkinson en los 5 años anteriores al diagnóstico.
Los expertos concluyen que este estudio "es el primero en establecer pruebas observacionales sustanciales de que el diagnóstico clínico no sólo del estreñimiento, sino también de la disfagia, la gastroparesia y el síndrome del intestino irritable sin diarrea podría predecir específicamente el desarrollo de la enfermedad de párkinson".