Un estudio demuestra que los hombres y las mujeres no reaccionan igual al recibir un abrazo

Todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido estrés, ya sea por estar expuestos a una situación que nos incomoda o porque las cosas no hayan ido como esperábamos. En ocasiones aliviar ese estrés es tan fácil como pasar un tiempo solo en silencio escuchando música, pero en otras ocasiones necesitamos un abrazo de alguien que nos quiere para calmarnos.

Sin embargo, el "poder" de los abrazos hasta ahora no había sido demostrado. Hace apenas unas semanas, un grupo de investigadores de la Universidad de Bochum de Alemania llevaron a cabo un experimento con 76 participantes para probar sus propiedades "curativas".

Hablemos del experimento

En el experimento participaron un total de 40 mujeres y 36 hombres. Todos los participantes llegaron acompañados de sus parejas, pues eran una parte fundamental del experimento. El objetivo del estudio era evaluar si la hormona del estrés presente en la saliva de los participantes era menor tras recibir un abrazo de sus parejas sentimentales.

Para ello, se dividió a los participantes en dos grupos: "condición de abrazo" y "condición de control". El experimento consistía en someter a todos a una situación de estrés, en este caso debían sumergir sus manos en un baño de agua helada (entre 0 y 4 ºC) durante tres minutos.

La única diferencia entre un grupo y otro es que los que estaban en "control de abrazo" recibirían antes de someterse al pico de estrés un abrazo de 20 segundos de sus parejas. Para evaluar el efecto del abrazo, se hicieron hasta tres pruebas a cada uno de los participantes: una antes del abrazo y de meter las manos en el agua congelada; la segunda, quince minutos después de sumergir las manos; y la última se hizo 25 minutos después.

Las pruebas consistían en tomar muestras de saliva para medir la liberación de cortisol después de la inducción de estrés agudo, es decir, buscaban evaluar si había una diferencia significativa en la presencia de la hormona del estrés tras realizar el experimento. Además, también se midió la presión arterial y el estado afectivo de los participantes.

Más efectividad en mujeres que en hombres

Los resultados de este experimento han determinado que efectivamente el abrazo podría influir en la reducción de estrés, pero solo se observaron diferencias significativas en el caso de las mujeres que fueron abrazadas por sus parejas.

De esta forma, los investigadores de Bochum observaron que las mujeres que no habían recibido un abrazo de su pareja previo a introducir las manos en agua congelada registraban un mayor nivel de la hormona del estrés en su saliva.

Sin embargo, no se observaron diferencias significativas en cuanto a niveles de estrés en los hombres que habían sido expuestos al experimento con y sin abrazo de sus parejas.

Los científicos que han intervenido en el experimento concluyeron que esta información es muy valiosa a la hora de aplicarla en la vida cotidiana, pues ante situaciones estresantes como exámenes, presentaciones o entrevistas de trabajo, un abrazo puede ayudar a lidiar con el estrés.

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