BENEFICIOS

Un estudio revela que ayunar 14 horas y comer durante las otras 10 mejora el hambre, el estado de ánimo y el sueño

La restricción del consumo de alimentos a un intervalo determinado es un régimen muy popular para perder peso.

Dieta DashiStock

Cuando hablamos de ayuno intermitente nos referimos a la restricción del consumo de alimentos a un intervalo determinado. Se trata de una práctica que se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos.

Una ventana de diez horas significa limitar el horario diario de comidas a diez horas y ayunar las 14 horas restantes. Por ejemplo, si come el primer bocado a las nueve de la mañana, debe comer el último antes de las siete de la tarde.

Ahora, un reciente estudio elaborado en el Reino Unido por investigadores del King's College de Londres ha asegurado que comer en un intervalo de diez horas se asocia a un aumento de la energía y el estado de ánimo y a una disminución de los niveles de hambre. Dicho de otra forma, el ayuno intermitente combate la fatiga, mejora el humor y ayuda a perder peso. De hecho, la eficacia de esta práctica para adelgazar ya se había demostrado pero lo bueno de este estudio es que se confirma que no hace falta ser muy restrictivo en el ayuno para obtener beneficios.

La doctora Sarah Berry, del King's College de Londres y jefa médica de la aplicación ZOE Health, resalta que se trata del mayor estudio fuera de una clínica estrictamente controlada que demuestra que el ayuno intermitente puede mejorar la salud en un entorno real.

A pesar de que algunos defensores del ayuno intermitente promueven periodos restrictivos para comer de tan solo seis horas, los hallazgos de este estudio muestran que incluso comer dentro de un periodo menos restrictivo de diez horas también tiene beneficios positivos para la salud. La clave está en tener unos horarios fijos de alimentación. Se observó que aquellos que mantenían una ventana fija de comidas cada día durante el ayuno intermitente obtenían más beneficios que aquellos que cambiaban el periodo en que comían de un día a otro.

"Descubrimos por primera vez que quienes practicaban una alimentación restringida en el tiempo, pero no eran constantes día a día, no tenían los mismos efectos positivos para la salud que quienes se dedicaban a ello todos los días", seguraba Sarah Berry.

En el estudio participaron 37.545 personas usuarias de la aplicación Zoe Health que comieron normalmente la primera semana y luego limitaron su horario de alimentación a diez horas durante las dos siguientes.

Más de 36.231 participantes optaron por semanas adicionales y 27.371 usuarios fueron clasificados como muy comprometidos. El 78% de los participantes muy comprometidos eran mujeres, con una edad media de 60 años.

El conclusión, los hallazgos demuestran que no se necesita estar comiendo todo el tiempo. Muchas personas se sentirán saciadas e incluso perderán peso si restringen su alimentación a una ventana de diez horas.