FALTA MUY POCO

Europa lanzará en diciembre su cohete Vega-C mejorado tras el fracaso de hace dos años

El dispositivo mide 35 metros y pesa 210 toneladas. En diciembre de 2022 fracasó debido a un daño en la tobera de su motor Zefiro-40.

Misión Sentinel-1 de CopernicusEFE

Europa lanzará el próximo 3 de diciembre su cohete Vega-C mejorado desde el Puerto Espacial Europeo en la Guayana Francesa, el cual transportará el tercer satélite de la misión Sentinel-1 de Copernicus, Sentinel-1C.

El despegue, dos años después de un intento fallido, está previsto para las 18:20 hora local (21:20 GMT), según la Agencia Espacial Europea (ESA).

El Vega-C está diseñado para lanzar al espacio una carga de 2.300 kilogramos de pequeñas naves científicas y de observación de la Tierra.

Con una altura de 35 metros, pesa 210 toneladas en la plataforma de lanzamiento y alcanza la órbita con tres etapas propulsadas por propelente sólido antes de que la cuarta fase de propelente líquido tome el relevo para la colocación precisa de los satélites en la órbita deseada alrededor de la Tierra.

La ESA es la propietaria del programa Vega-C, en colaboración con Avio como contratista principal y autoridad en materia de diseño. Arianespace actuará como proveedor de servicios de lanzamiento para el lanzamiento de Sentinel-1C.

Este despegue marca el regreso del Vega-C al vuelo, un paso clave para restaurar el acceso independiente y versátil de Europa al espacio, dice la ESA en su web.

Su primer vuelo comercial, en diciembre de 2022, fracasó debido a una avería en la tobera de su motor Zefiro-40.

Desde entonces, un diseño mejorado de la tobera se ha sometido con éxito a dos pruebas de encendido, en mayo y octubre de 2024, que demostraron la capacidad del motor para proporcionar un funcionamiento fiable en diferentes condiciones de presión y distintas duraciones del encendido.

Estas pruebas han confirmado que el motor está listo, preparando el camino para el próximo vuelo del Vega-C, asegura la ESA.

Los "ojos" terrestres

La misión Sentinel-1 está dotada de una avanzada tecnología de radar que permite obtener imágenes de la superficie terrestre en cualquier condición meteorológica durante el día y la noche. Esta ha mejorado los radares espaciales, según la agencia.

Beneficia a numerosos servicios y aplicaciones de Copernicus, como los relacionados con la vigilancia del hielo marino en el Ártico, el seguimiento de icebergs, la cartografía rutinaria del hielo marino o la vigilancia de la velocidad de los glaciares.

También el control de vertidos de petróleo o la detección de buques para la seguridad marítima y el control de la pesca ilegal.

Se utiliza, asimismo, para controlar la deformación del suelo provocada por hundimientos, terremotos y volcanes, el mapeo de la gestión de los bosques, el agua y el suelo, así como el mapeo de apoyo a la ayuda humanitaria y las situaciones de crisis.

La misión Sentinel-1 es el resultado de una estrecha colaboración entre la ESA, la Comisión Europea, la industria, los proveedores de servicios y los usuarios de datos.

Diseñada y construida por un consorcio de unas 60 empresas lideradas por Thales Alenia Space y Airbus Defence and Space, Sentinel-1 es un ejemplo destacado de la excelencia tecnológica europea, afirma la ESA.

Copernicus Sentinel-1C es el tercer satélite Sentinel-1 que se lanza.