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Un reciente estudio ha descubierto que existe un tipo de dieta que está asociada con una mejor salud a largo plazo y va dirigida especialmente a perder peso y prevenir enfermedades cardíacas.
Hoy en día parece que se ha puesto de moda recurrir a medicamentos tales como Ozempic, Wegovy o Mounjaro. Pero no se trata de una forma saludable de adelgazar. Ahora, un reciente estudio ha descubierto que existe un tipo de dieta que está asociada con una mejor salud a largo plazo, esta vez específicamente en torno a la pérdida de peso y la prevención de enfermedades cardíacas. Te contamos los detalles.
Se trata de las dietas basadas en verduras, es decir, vegetarianas. Además, el investigador médico Yani Xu del Hospital Qilu de la Universidad de Shandong y sus compañeros descubrieron que el consumo de verduras crudas puede desempeñar un papel importante en estos resultados.
"Una dieta basada en verduras es una opción viable para las personas que desean controlar su peso corporal y mejorar la calidad de su dieta para prevenir y tratar enfermedades metabólicas", explica Yani Xu. Y aunque esto no significa que debamos dejar de comer carne de inmediato, sí implica que reducir su consumo cuando sea posible puede tener un impacto muy positivo en nuestra salud.
Para llegar a esta conclusión, Xu y su equipo encontraron 24 estudios que exploraban la relación entre las dietas basadas en verduras y la pérdida de peso. Los datos agrupados de los estudios proporcionaron detalles sobre 2.223 personas de entre 18 y 82 años, con duraciones de las dietas estudiadas que variaban de dos a 96 semanas.
El estudio indica que los efectos positivos de las dietas basadas en verduras aumentan con el tiempo, explican Xu y su equipo. Si bien quienes siguieron dietas estrictamente veganas fueron los que perdieron más peso, no fue significativamente más que los participantes que aún consumían productos lácteos y huevos.
Los investigadores encontraron que los estudios que implicaron un mayor consumo de verduras parecieron apoyar los vínculos más fuertes con un menor riesgo de obesidad y problemas cardíacos.
"Las verduras contienen fitoesteroles y grasas insaturadas que reducen las concentraciones de colesterol en sangre", explican los expertos. "También contienen diversas sustancias (por ejemplo, tocoferoles, ascorbato, carotenoides, saponinas y flavonoides) que pueden reducir la inflamación y el estrés oxidativo, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares".
En definitiva, aumentar la cantidad de verduras que comemos puede ser una buena manera de mejorar nuestra salud, pero es importante tener en cuenta que llevar una estrategia basada únicamente en verduras también puede provocar problemas de salud. Las dietas vegetarianas pueden provocar deficiencias de nutrientes si no se planifican correctamente.
Por ello, la conclusión más importante de estos estudios es, según los investigadores, incluir más vegetales en la dieta en lugar de volverse estrictamente vegano.