EUSTRÉS Y DISTRÉS

Existe el estrés bueno y el estrés malo, así puedes diferenciarlos

El estrés es una reacción natural del cuerpo ante desafíos y demandas. Sin embargo, entender la diferencia entre el estrés positivo y negativo puede ayudarnos a gestionarlo de manera más efectiva

Desgraciadamente el estrés nos acompaña en nuestro día a día. Puede ser el ámbito laboral, pero también en casa y fuera de ella. El vertiginoso ritmo de vida y diversos factores hacen que estemos siempre bajo presión.

El estrés es una respuesta natural del cuerpo a situaciones desafiantes y demandantes. Aunque normalmente se asocia con algo negativo, un cierto grado de estrés es esencial para nuestra supervivencia, ya que los procesos fisiológicos que desencadena el estrés nos permiten responder adecuadamente. No obstante el estrés se puede categorizar en dos formas: el estrés bueno y el estrés malo.

El estrés bueno,eustrés, es aquel que nos ayuda a sacar energía extra y rendir más y mejor. Por ejemplo, ante un examen o una presentación importante en el trabajo, el eustrés nos ayuda a concentrarnos y esforzarnos para que todo salga bien. Este tipo de estrés nos motiva, nos anima a perseguir nuestros objetivos y nos hace sentir más confiados y capaces. El cuerpo activa los mismos mecanismos que en el estrés negativo, pero de una manera proporcional a la situación, evitando que nos sintamos abrumados.

Mujer estresada | Pexels

Por otro lado, el estrés malo, distrés, nos agota y agobia; pudiendo provocar trastornos como depresión o ansiedad. Puede ser resultado de una sobrecarga de trabajo, problemas personales p falta de sueño. Este tipo de estrés, si no se gestiona, puede afectar nuestra salud física y mental, deteriorando nuestra capacidad para tomar decisiones y nuestra calidad de vida en general. El distrés puede ocurrir cuando el eustrés se vuelve excesivo o se suman otras situaciones estresantes.

Para diferenciarlos es tan fácil como prestar atención a cómo te afectan. El eustrés se puede entender como una motivación extra, ese aporte de desafío personal y alegría una vez completado el reto, ya sea en el trabajo o en cualquier otra actividad. El estrés bueno es fácil de identificar porque suele durar poco, apenas unos minutos, casi una sensación del momento.

El momento en el que el estrés se convierte en un problema hablamos de distrés. Afecta al bienestar, en algunos casos a la salud y puede convertirse en una enfermedad. A diferencia del eustrés, el estrés malo dura mucho más en el tiempo y está vinculado a problemas familiares, situación económica o el trabajo; desembocando en situaciones como insomnio o sensación de cansancio.

Gestionar el estrés es crucial para vivir con mayor tranquilidad y evitar problemas de salud. Algunas estrategias efectivas influyen, aprender a decir "no" priorizando tus responsabilidades, reservar tiempo para el descanso y el autocuidado, practicar meditación y relajación, hacer ejercicio, conectar con la naturaleza, hablar con amigos y familiares y buscar ayuda profesional. Reconocer y manejar el estrés a tiempo es vital para mantener una buena salud y una vida equilibrada.