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Experto asegura que la calidad de aire empeora en invierno, ¿la culpa? El frío y las calefacciones

La contaminación del aire en invierno agrava las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, así que los expertos aconsejan algunas medidas preventivas.

Contaminación en el aireEuropa Press

El director médico del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, Pablo Turrión, ha asegurado que la calidad del aire empeora durante los meses de invierno por el uso "intensivo" de combustibles fósiles para la calefacción lo que, unido al frío, puede hacer que se agraven las enfermedades respiratorias y cardiovasculares.

Este uso de los combustibles y las inversiones térmicas empeora "significativamente" la calidad del aire, pues la capa de aire cálido queda suspendida sobre aire frío cercano a la superficie, impidiendo la dispersión de los contaminantes y favoreciendo su acumulación en las capas bajas de la atmósfera.

"En estos meses no solo enfrentamos el frío, sino también una mayor exposición a partículas finas y gases tóxicos que pueden agravar enfermedades respiratorias y cardiovasculares. Esto aumenta el riesgo de crisis asmáticas, bronquitis y otros problemas graves de salud", ha afirmado Turrión.

Cabe destacar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó en 2019 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo por la contaminación del aire, que también fue causante del 36 por ciento de las muertes prematuras por cáncer de pulmón, del 35 por ciento de los casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), del 34 por ciento de los accidentes cerebrovasculares y del 27 por ciento de las cardiopatías isquémicas.

Los principales problemas de salud asociados a la mala calidad del aire durante estos meses son el empeoramiento de enfermedades respiratorias crónicas como asma y EPOC; la aparición de infecciones respiratorias debilitando las defensas pulmonares; el aumento del riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares; el deterioro del sistema inmunológico, reduciendo la resistencia a enfermedades; o la agravación de trastornos mentales como ansiedad y depresión.

Es por ello por lo que, desde Sanitas, se ha dado una serie de indicaciones para evitar este tipo de problemas, para lo que es necesario una ventilación adecuada de espacios interiores "a pesar del frío", recomendando abrir las ventanas durante periodos "cortos pero frecuentes", de forma que se evite la acumulación de contaminantes interiores.

La compañía también ha aconsejado optar por sistemas de calefacción que generen menos emisiones, tales como calderas de condensación o bombas de calor, y asegurarse de su correcto mantenimiento, lo que reducirá la contaminación y el consumo energético.

Del mismo modo, se deben usar aplicaciones y servicios para monitorizar la calidad del aire, de forma que se puedan planificar actividades al aire libre mientras se minimiza la exposición en momentos de alta contaminación.

Los expertos han aconsejado fomentar el transporte sostenible, para lo que es necesario reducir el uso del vehículo privado y optar por el transporte público, la bicicleta o caminar, lo que además promueve un estilo de vida más saludable.

Por último, la compañía ha instado a hacer uso de mascarillas certificadas en los días con altos niveles de contaminación, especialmente en áreas urbanas.

Esta situación ha hecho que Sanitas, en colaboración con la Universidad de Navarra, se encuentre llevando a cabo un estudio para comprender cómo influye la calidad del aire de las ciudades en la salud del entorno y de las personas, todo ello a través de la Cátedra Sanitas Salud y Medioambiente del Instituto BIOMA de la Universidad de Navarra, cuyo objetivo es mejorar la comprensión de los efectos de la contaminación del aire en la salud, así como desarrollar estrategias efectivas para mitigar estos impactos.

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