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A CAUSA DEL CEREBRO
¿Alguna vez te has preguntado por qué por la noche tu mente empieza a recrear las peores situaciones posibles? Estos catastróficos escenarios que nuestra mente crea nada más irnos a dormir no suelen suceder, pero existe una explicación científica de por qué ocurre.
Tras un día exhausto debido a las responsabilidades diarias, cuando llega la hora de dormir lo que quieres es desconectar y descansar, sin embargo, el cerebro a veces decide que en lugar de apagarse es el mejor momento para llevar de vuelta algunos pensamientos negativos a los que no les has dedicado espacio a lo largo del día. Situaciones o pensamientos que no han tenido importancia durante la jornada pero al que pensarlo por la noche se convierten un grave problema.
Esta situación es algo común para todos los humanos e incluso tiene una explicación científica. Nuestro cerebro se divide en varias zonas y dependiendo de las funciones que usemos estas se van activando. La corteza prefrontal se suele encargar de regular las emociones y pensar con lógica por lo que es la que más solemos utilizar durante el día. Sin embargo, cuando termina la jornada e intentamos descansar, su función se reduce, por el contrario el sistema límbico que funciona junto a la corteza prefrontal sigue igual de activo, por lo que las emociones pueden intensificarse más, así que los problemas o pensamientos negativos a los que damos vueltas antes de dormir los estamos analizando más con nuestro lado emocional que por el lado racional, por lo tanto los agravamos.
Si además eres una persona con tendencia a sufrir de ansiedad, la sensación puede ser incluso más intensa y ponerte en un estado de alerta.
Lo mejor en estos casos es levantarse para tratar de alejar estos pensamientos intrusivos y negativos para cortar el bucle mental y solo intentar volver a ir a la cama cuando se tenga sueño real para poder descansar.