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UNIVERSIDAD DE COPENHAGUE

La falta de sueño puede frustrar los intentos de pérdida de peso

Los autores de este estudio aclaran que es un ensayo observacional pero que es probable que la falta de sueño contribuya a los cambios de peso.

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Una nueva investigaciónde la Universidad de Copenhague, en Dinamarca, presentada en el Congreso Europeo de la Obesidad, muestra que no dormir lo suficiente y de buena calidad socava los intentos de mantener el peso después de hacer dieta. Además, el estudio sugiere que realizar alrededor de dos horas de actividad física a la semana puede ayudar a mantener un mejor sueño.

Para Adrian Bogh, principal autor del estudio, "fue intrigante que los adultos que no duermen lo suficiente o que tienen un sueño de mala calidad después de perder peso parecen tener menos éxito en mantener la pérdida de peso que aquellos que duermen lo suficiente", explicó a la Asociación Europea del Estudio de la Obesidad, EASO.

No dormir lo suficiente o tener un sueño de mala calidad aumenta los riesgos de presión arterial alta, colesterol alto y aterosclerosis, comentan los autores de la investigación. Además, dormir poco también puede empeorar enfermedades cardiovasculares como la obesidad y la diabetes. Por ejemplo, la media de horas de sueño en Reino Unido y Estados Unidos oscila entre las seis o siete horas por noche por cada persona.

Estudio sobre la pérdida de peso durante un año

Para realizar el estudio, los investigadores analizaron datos de 195 adultos de 18 a 65 años mientras seguían la duración y calidad de sueño cuando realizaban una dieta. Todos los participantes siguieron una dieta muy baja en calorías, una ingesta 800 kilocalorías al día, durante ocho semanas y perdieron una media del 12 % de su peso inicial.

Después de este periodo, los adultos fueron divididos en cuatro grupos y estudiados durante un año: 49 obtuvieron diariamente una inyección de placebo; 49 una inyección de liraglutida, un medicamento para bajar de peso; 48 realizaban cuatro sesiones de ejercicio a la semana y 49 combinaron ambos tratamientos. Además, se invitó a todos los participantes a realizar sesiones de ejercicio controlado semanales.

Observación de las horas de sueño

Para medir el sueño, los investigadores utilizaron acelerómetros antes de la dieta y también después de 13, 26 y 52 semanas. Después de un test de autoevaluación, los científicos clasificaron a los participantes según la duración de su sueño.

Después de realizar la dieta baja en calorías durante ocho semanas, los investigadores observaron que la calidad del sueño y la duración del sueño mejoraron en todos los participantes. En particular, después de un año de mantenimiento del peso, los participantes en los grupos de ejercicio mantuvieron mejoras en la calidad del sueño logradas con la dieta baja en calorías, mientras que los grupos sin ejercicio recayeron en dormir poco.

Asimismo, el tratamiento con liraglutida, las inyecciones del medicamento para perder peso, no tuvo un efecto significativo sobre la calidad o la duración del sueño en comparación con el placebo.

Por otra parte, los análisis también mostraron que los participantes que dormían en promedio menos de seis horas por noche al comienzo del estudio aumentaron su índice de masa corporal durante la fase de mantenimiento de peso en comparación con los que descansaban más de ese tiempo. Del mismo modo, los que no dormían bien al comienzo del estudio aumentaron su IMC durante la fase de mantenimiento del peso, en comparación con los que dormían bien.

La falta de sueño y el aumento de peso

En cuanto a las conclusiones obtenidas del estudio y sus resultados, el profesor Torekov, partícipe del mismo, admite que: "El hecho de que la salud del sueño estuviera tan estrechamente relacionada con el mantenimiento de la pérdida de peso es importante, ya que muchos de nosotros no dormimos la cantidad de sueño recomendada necesaria para una salud y un funcionamiento óptimos".

Sin embargo, los autores del estudio ponen su vista en que las investigaciones futuras examinen las formas de mejorar el sueño en adultos con obesidad. Además, ven el ejercicio como pieza fundamental para mantener la pérdida de peso.

No obstante, los científicos de la Universidad de Copenhague señalan que su estudio es observacional y que no puede probar que, directamente, la falta de sueño provoque cambios de peso; aunque su estudio sugiere que es probable que contribuya a ello.

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