Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
AUNQUE PAREZCA MENTIRA
Ser más alto en el caso de los hombres o más delgada en el de las mujeres puede implicar que tu sueldo sea mayor.
Un estudio liderado por Suyong Song, profesor de la Universidad de Iowa, ha examinado la relación entre el aspecto físico de las personas y sus ingresos. Para realizar la investigación, los científicos examinaron los datos de 2.383 voluntarios, incluyendo escaneos de todo el cuerpo e información sobre sus ingresos y su sexo.
Descubrieron que en los hombres que ganan más de 70.000 dólares al año, un centímetro de aumento en su estatura valía 1.000 dólares más de ingresos al año. En cuanto a las mujeres, se averiguó que cada punto de disminución de su índice de masa corporal (IMC) suponía el aumento de 1.000 dólares más al año en su sueldo.
Los resultados también destaparon que los hombres de baja estatura y las mujeres con más peso ganan hasta 1.000 dólares menos al año que las personas más altas y delgadas en los mismos cargos. Es por ello que los autores afirman que esto demuestra la importancia de medir con precisión las formas corporales a la hora de crear políticas públicas para mitigar la discriminación y los prejuicios.
Anteriormente se habían realizado estudios similares con datos basados en las medidas corporales que declaraban los propios interesados, que en ocasiones podían ser errores en la forma de medir el cuerpo. Es decir, las anteriores investigaciones solían definir el aspecto físico a partir de opiniones subjetivas basadas en encuestas. Según Suyong Song, uno de los principales problemas era definir la forma del cuerpo, ya que las simples respuestas autodeclaradas eran demasiado sencillas.
Para superar este problema, el equipo recurrió a los datos recogidos por el proyecto Civilian American and European Surface Anthropometry Resource (CAESAR), realizado por las Fuerzas Aéreas estadounidenses entre 1998 y 2000. Estos datos incorporaban demografía detallada, medidas corporales exactas realizadas con cinta métrica y escaneos 3D de todo el cuerpo.
Estos escaneos fueron lo que ha permitido a los investigadores introducir los datos de 2.383 individuos en un algoritmo de aprendizaje automático para identificar características físicas y encontrar patrones. Los resultados mostraron que existe una relación entre la apariencia física y los ingresos y que estas asociaciones difieren entre los géneros.
Concretamente, se revelaron ciertas tendencias específicas como que el aumento de un centímetro en la estatura de un hombre se asocia con un aumento de aproximadamente 998 dólares en los ingresos familiares para un individuo que gana 70.000 dólares en renta familiar media.
En el caso de las mujeres, por cada unidad menos en el IMC, se aumenta aproximadamente 934 dólares en los ingresos familiares cuando obtiene 70.000 dólares de ingresos familiares.
Los resultados muestran que la importancia del atractivo físico sigue existiendo y que la relación entre las formas corporales y los ingresos es heterogénea entre los géneros.
Como conclusión a estos resultados, el equipo ha sugerido que se promueva la concienciación de que esta forma de discriminación existe en el lugar de trabajo y se aborde mediante la formación. También proponen que se deben fomentar los mecanismos para minimizar la influencia física en los procesos de contratación, incluidas las entrevistas a ciegas en las que el director de contratación no ve al candidato.