ASÍ SE LOGRA

Ikigai: la filosofía japonesa para tener una vida larga y feliz

Tener plena conciencia de las razones para vivir apasionadamente es el secreto de la felicidad y la longevidad de los habitantes de la isla de Okinawa en Japón.

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¿Conoces la palabra ikigai y su significado? Si no es así, quédate que te lo contamos, pero antes comenzamos por el principio. Ikigai proviene de la combinación de 'iki' (que proviene del verbo 'ikuru' y significa vida diaria) y 'gai' (que significa valor). Se suele traducir como "la felicidad de estar siempre ocupado" o "aquello que hace que valga la pena vivir la vida". Es decir, tener un propósito en la vida.

Este concepto proviene de Japón y ayuda a las personas a encontrar un propósito y un significado en sus vidas. El significado de esta palabra japonesa se basa en la idea de que existen cuatro elementos principales para la felicidad: la pasión, la misión, la vocación y la profesión. Al conseguir una convergencia entre estos ámbitos, podemos encontrar un equilibrio entre aquello que les encanta hacer, en lo que eres bueno, lo que nos aporta el dinero y lo que el mundo necesita.

Diferentes autores han popularizado el concepto de ikigai debido a que existe la creencia de que esta filosofía no solo nos permite ser más felices sino que además aumenta nuestra longevidad. Esto es debido a que se preguntó a las personas que vivían en la isla de Okinawa en Japón, uno de los lugares con la tasa de longevidad más alta del mundo, cuáles eran los secretos para vivir más. Entre ellos, unos de los aspectos que resonó más fue el ikigai junto a la dieta y el compromiso con la comunidad.

 [[LINK:EXTERNO|||NOFOLLOW|||https://www.bluezones.com/2021/04/the-japanese-concept-of-ikigai-why-purpose-might-be-a-better-goal-than-happiness/|||Iza Kavedžija]], profesora de Antropología en la Universidad de Exeter (Reino Unido), asegura que centrarse en la propia felicidad puede resultar contraproducente: "La búsqueda activa de la felicidad y la determinación de ser o sentirse feliz pueden conducir rápidamente a una sensación de insuficiencia y decepción".

Se trata de "dar un sentido de propósito a la vida, pero uno que no necesita ser grandioso o monumental", explica Kavedžija.

Al tener nuestro ikigai claro, las personas pueden tomar mejores decisiones sobre cómo vivir la vida, así como conseguir una mayor felicidad y plenitud. El ikigai se trata de una filosofía de vida que se centra en dar con un propósito en la vida y a vivir con pasión.

Así puedes alcanzarlo

Como mencionábamos, El ikigai se suele definir como la intersección de cuatro elementos: lo que amas, lo que te importa, lo que el mundo necesita y por lo que te pueden pagar.

Para alcanzarlos, debemos hacernos ciertas preguntas: ¿qué me gusta?; ¿en qué soy bueno?; ¿por qué me pueden pagar ahora?; ¿qué necesita el mundo? Pero esto no se encuentra de la noche a la mañana, sino que es un poco más complejo. Requiere de una profunda reflexión durante varios días o incluso semanas.

Después de haber respondido cuidadosamente estas preguntas, podemos comenzar a buscar patrones entre nuestras respuestas. A partir de ello, podemos trazar un mapa y crear todo aquello que nos da una razón para vivir. Es decir, encontrar nuestro ikigai.

10 pasos que te ayudarán a encontrar tu ikigai

Héctor García y Francesc Miralles escribieron en 2016 un libro llamado "Ikigai: Los secretos de Japón para una vida larga y feliz". En él describen diez reglas que pueden ayudar a cualquier persona a encontrar su propio ikigai:

  • Mantente activo.
  • Adopta un ritmo de vida más relajado.
  • Come hasta que estés lleno al 80 por ciento.
  • Rodéate de buenos amigos.
  • Ponte en forma a través del ejercicio diario.
  • Sonríe y valora a las personas que te rodean.
  • Reconecta con la naturaleza.
  • Sé agradecido por todo, especialmente por las cosas que nos alegran el día y te hacen sentir vivo.
  • Vivir el momento.
  • Sigue tu ikigai.
En definitiva, el ikigai se trata de un concepto filosófico japonés que puede sernos útil para conseguir una vida más satisfactoria y feliz. Es cuestión de dar con lo que nos impulsa y nos hace sentir conectados con nosotros y los demás.