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CREADO POR EL INSTITUTO TECNOLÓGICO DE GEORGIA
Un equipo de ingenieros ha creado un brazo robótico inteligente que es capaz de adaptarse a un baterista y que éste pueda tocar con tres brazos.
Cualquiera que haya tocado un instrumento musical se habrá tenido que enfrentar a la frustración de no poder interpretar una pieza. Un momento en el que alguno desearía tener más dedos para tocar la guitarra o más brazos para tocar la batería. Ahora, lo segundo está un poco más cerca, ya que un equipo de investigadores ha creado un brazo robótico portátil que permite a los amantes de este instrumento tocar con tres extremidades.
Este brazo inteligente se coloca pegado al hombro del músico gracias a un arnés y su funcionamiento se basa en responder tanto a la música que escucha, como a los gestos del batería, utilizando para ello tecnología de captura de movimiento.
Por ejemplo, el brazo puede improvisar adaptándose al ritmo y la velocidad de la música que escucha en la sala, de forma que cuando el batería toca a un ritmo lento, el brazo se ralentiza, mientras que si toca que si toca con más brío, se acelera.
Además, el dispositivo también es capaz de calcular la posición y la orientación de cada una de las piezas de la batería, así como la dirección y la proximidad de los brazos del músico. Gracias a esto y a los motores que posee este ingenio mecánico, la baqueta estará siempre paralela a la superficie de las distintas piezas.
El dispositivo, creado por investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia, fue diseñado originalmente para una batería local que había perdido un brazo en un accidente. Sin embargo, al ver el éxito de la prótesis, los investigadores decidieron continuar el desarrollo de forma que pudieran ofrecer a cualquiera la posibilidad de convertirse en una especia de batería cyborg.
Según los investigadores, el siguiente paso consiste en vincular directamente los movimientos del brazo con la actividad cerebral. El equipo ya está experimentando con una especie de diadema que es capaz de detectar las señales cerebrales del músico. El objetivo es identificar patrones que permitan al brazo reaccionar cuando el músico decida.
A pesar del invento de estos investigadores, no son pocos los baterías, ya sean profesionales o aficionados, que siguen sorprendiendo al mundo con su habilidad para tocar, no ya con dos brazos, sino con uno o incluso sin ellos.