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CONVIRTIENDO LAS PRÓTESIS EN JUGUETES
¿Qué pasaría si los niños pudieran construir sus propias prótesis con piezas de Lego? Esta ha sido la peculiar idea del diseñador colombiano Carlos Arturo Torres. El invento de Torres es un sistema modular que permite a los niños personalizar sus propias prótesis, haciendo que sus brazos se conviertan en excavadoras mecánicas, naves espaciales o cualquier otra cosa que puedan imaginar.
El proyecto, llamado Iko, fue desarrollado por Torres durante una estancia en el laboratorio de investigación y desarrollo de la compañía de juguetes Lego. El diseño ha sido un trabajo conjunto entre la popular compañía danesa y CIREC, una fundación colombiana dedicada a la rehabilitación.
Lego patrocinó el viaje de Torres a Bogotá para observar a los pacientes con prótesis del CIREC. Allí conoció a Darío, un niño de 8 años de edad que carece de antebrazo derecho debido a una malformación congénita. Un día, Torres vio a Darío dibujar un robot con diez brazos en un cuaderno. El niño le explicaba cada una de las partes del robot y Torres se dio cuenta que Darío era el único que sabía lo que necesitaba.
Así fue como se le ocurrió la idea de hacer prótesis que los niños pudieran personalizar. “A veces, un elemento funcional es todo lo que necesitan, pero en otras ocasiones puede ser que sea una nave espacial, una casa de muñecas, un telescopio o una aleta de natación”, declaró Torres al diario británico Guardian.
La prótesis modular incorpora sensores mioeléctricos que registran la actividad del músculo en el muñón y envían una señal para controlar el movimiento de las partes que se le añadan. Además, el cuerpo de la prótesis contiene una unidad de procesamiento y un motor compatibles con Lego Mindstorms, la línea robótica de la compañía, que permite a los usuarios crear una amplia gama de extremidades programables.
Torres, que ganó con este proyecto el premio de diseño Core 77, considera que este tipo de iniciativas permiten a los niños a explorar su creatividad y, al mismo tiempo, puede ayudarles a sentirse más integrados conforme van creciendo. Según este diseñador, Iko es sólo el comienzo de un futuro en el que será habitual que se diseñen juguetes compatibles con las prótesis. Gracias a Torres, el futuro de las prótesis infantiles solo tendrá un límite: el de la imaginación de los niños.