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TAPAS INTELIGENTES

Un tapón que avisa cuando el contenido está en mal estado

Un equipo de investigadores ha desarrollado, mediante impresoras 3D, una tapa con un circuito integrado que es capaz de detectar los cambios en las señales eléctricas que se producen cuando la leche ha caducado

El tapón inteligente de botella Nature

Imagínese que abre la nevera y acerca su móvil a una botella de leche. Entonces recibe un mensaje de la propia botella que le informa del estado en el que está la leche sin siquiera abrir la tapa. Esto, que parece ciencia ficción, está cada vez más cerca gracias a en equipo de investigadores que ha desarrollado una tapa inteligente para botellas y envases que nos alerta si hay bacterias que estén causando el deterioro de los alimentos.

La tapa, desarrollada por investigadores de la Universidad Nacional Chiao Tung de Taiwán y de la Universidad de California está equipada con un circuito electrónico que ha sido construido con una impresora 3D. El circuito está equipado con diversos sensores inalámbricos que analizan continuamente el producto para alertarnos en caso de que haya caducado o esté en mal estado.

Impresión 3D

Los avances realizados en los últimos diez años han permitido la creación de una amplia gama de productos en impresoras 3D, tales como prótesis, implantes médicos, juguetes, piezas de vehículos, materiales de construcción e incluso alimentos. Sin embargo, no se ha ahondado mucho en la posibilidad de producir componentes electrónicos sensibles mediante este método de impresión.

La razón por la que no se han realizado es que los materiales más utilizados en la impresión en 3D no son buenos conductores eléctricos. Para resolver este problema, los investigadores utilizaron una mezcla de polímeros y cera, de forma que una vez impresa la estructura podían retirar la cera del interior, dejando huecos donde se inyectaría el metal, que actuaría como conductor eléctrico.

"Nuestro trabajo supone la primera demostración de que es posible utilizar impresión en 3D para desarrollar componentes eléctricos básicos y crear así un sensor inalámbrico operativo", ha asegurado en un comunicado Liwei Lin, autor principal del estudio.

Una vez refinada la técnica, los investigadores integraron los componentes electrónicos en la tapa de un tetrabrik de leche para monitorear los posibles signos de deterioro, ya que el circuito desarrollado es capaz de detectar los cambios en las señales eléctricas que se producen cuando aumentan los niveles de bacterias. Además, la información podría ser transmitida de forma inalámbrica a una aplicación móvil o una pantalla en la propia nevera para notificar al consumidor.

"Gracias a la tecnología de impresión en 3D se podrían hacer circuitos electrónicos lo suficientemente baratos como para ser añadidos a los envases y proporcionar alertas de seguridad alimentaria a los consumidores", asegura Lin. "Puede incluso llegar el día en el que la gente pueda descargar los modelos de circuitos de internet e imprimir sus propios dispositivos", concluye.