TRATAMIENTO

Logran devolver el olfato a un grupo de pacientes con Covid persistente

Los pacientes que presentan estos síntomas "pueden desarrollar una aversión por alimentos y bebidas que solían disfrutar", asegura uno de los autores del estudio.

¿Estamos perdiendo el sentido del olfato?KamranAydinov para Freepik

Uno de los síntomas del Covid era la perdida del gusto y del olfato, el cual se presentaba, aproximadamente, en la mitad de las personas que contraían la enfermedad. En su mayoría, estos síntomas acababan desapareciendo unas cuatro semanas después, pero en algunas personas tardaba más tiempo, incluso meses.

Ahora, un estudio sugiere que un grupo de investigadores ha dado con un nuevo tratamiento que podría restablecer el sentido del gusto y del olfato en aquellos pacientes que presentan Covid persistente, los cuales se habían sometido a otras terapias que no han funcionado.

Ganglio estrellado

El estudio se centra en el ganglio estrellado que se encuentra en uno de los grupos de nervios que están en el cuello. El grupo de investigadores estudió los beneficios de bloquear a los ganglios estrellados tras evaluar las posibilidades de un tratamiento para recuperar el olfato de los pacientes. Estos ganglios, que son parte del sistema nervioso autónomo que regula procesos involuntarios como la frecuencia cardiaca, la tensión arterial, la respiración y la digestión, envían determinadas señales a la cabeza, cuello, brazos y una parte del tórax.

El equipo bloqueó el ganglio estrellado inyectando un anestésico directamente en un lado del cuello para estimular el sistema nervioso autónomo regional. Este procedimiento, que es mínimamente invasivo, dura menos de 10 minutos y no requiere sedación ni analgesia, se ha utilizado con mayor o menor éxito para tratar diversas afecciones, como cefaleas en racimo, dolor de miembro fantasma, síndromes de Raynaud y Meniere, angina de pecho y arritmia cardiaca.

"La parosmia, es decir, la afección en la que el sentido del olfato ya no funciona correctamente, se ha descrito anteriormente como un trastorno poco frecuente que se produce tras traumatismos cerebrales, cirugía cerebral, ictus, síndromes víricos y con algunos tumores de cabeza y cuello", dijo Zoga, autor principal del estudio. "No estábamos totalmente seguros de que el procedimiento funcionara para la parosmia".

El estudio se ha llevado a cabo con 54 pacientes con los que habían fracasado todas las terapias anteriores y se siguió el caso de 37 de ellos.

"El paciente inicial tuvo un resultado tremendamente positivo, casi de inmediato, con una mejoría continuada hasta el punto de la resolución de los síntomas a las cuatro semanas", afirmó Zoga.

Tras la inyección, se hizo el seguimiento de 37 pacientes(65%); de ellos, 22 mejoraron los síntomas en menos de una semana y de estos 22, 18 informaron de una mejoría progresiva significativa un mes después.