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PARA NO TENERLAS NUNCA MÁS
Un sistema que a simple vista hace recordar al experimento de los perros y Pavlov.
Son como las opiniones: todos las tenemos, nacen de nuestras experiencias y a menudo se mantienen con el tiempo. La diferencia es que si lo que nos da miedo son las opiniones ajenas, en las pesadillastememos a las propias. Este tipo de sueños se caracterizan por la experiencia de fuertes emociones negativas y se producen generalmente durante el sueño de movimientos oculares rápidos (REM). Implican imágenes y pensamientos de agresión, conflicto interpersonal y fracaso, y emociones como el miedo, la ira y la tristeza.
Las pesadillas pueden ser idiopáticas (es decir que no están vinculadas con ninguna otra psicopatología) o asociadas con otros trastornos, incluido el trastorno de estrés postraumático (TEPT). La distinción entre ambas es que las vinculadas al estrés postraumático suelen ser réplicas recurrentes del evento traumático.
Aún así, ambas provocan una angustia significativa o un deterioro social, laboral y hasta afectivo, según las clasificaciones internacionales de trastornos mentales y del sueño. Y, por si fuera poco, no solo dan miedo a quien las sufre, sino su prevalencia: un 4 % de la población adulta las tiene de forma crónica en algún momento de su vida.
Una de las formas más frecuentes y aceptadas por la ciencia para tratar las pesadillas es el uso de tratamientos de ensayos en imaginación (IRT por sus siglas en inglés) . Durante las sesiones, el paciente contará su pesadilla recurrente más común con un terapeuta. Después de discutir los posibles factores estresantes o traumas que alimentan el sueño, pensarán en un final alternativo. La idea es, como tarea para el hogar, ensayar a diario, durante 10 o 20 minutos, este final alternativo. Pero ahora un nuevo estudio, publicado en 'Current Biology', da una vuelta de tuerca para poder enfrentarse a las pesadillas.
De acuerdo con los autores, liderados por Lampros Perogamvros, del Laboratorio del Sueño de la Universidad de Ginebra todo se basa en asociar los ensayos de la imaginación con otra técnica: la reactivación de la memoria dirigida, un método que implica vincular una señal externa con el desempeño de una tarea, algo similar al famoso experimento de condicionamiento del científico ruso Pavlov y los perros. Por ejemplo, un sonido determinado nos puede crear la conducta de concentrarnos y obviar los estímulos externos.
Los autores señalan que unir ambas técnicas reduce la frecuencia de pesadillas e incrementa las emociones positivas. "Proponemos que esta técnica – señalan los autores en el estudio – podría usarse como una nueva terapia del sueño. Existe una relación entre los tipos de emociones experimentadas en los sueños y nuestro bienestar emocional. Basándonos en esta observación, tuvimos la idea de que podíamos ayudar a las personas manipulando las emociones en sus sueños".
El equipo de Perogamvros descubrió que reproducir un sonido asociado con una experiencia diurna positiva durante el sueño puede reducir la frecuencia de las pesadillas. El efecto se analizó en 36 voluntarios que se dividieron en dos grupos.
Ambos grupos recibieron la terapia de ensayo de imaginación, es decir aprendieron a pensar un final alternativo. Pero solo uno de los grupos creó un vínculo entre esta experiencia positiva y un sonido. A lo largo del sueño, se les proveía de unos cascos especiales que activaban el sonido en fase REM, disparando de este modo la memoria positiva.
"En este último grupo observamos una rápida disminución de las pesadillas – concluyen los autores del estudio –, junto con sueños emocionalmente más positivos. Para nosotros, investigadores y médicos, estos hallazgos son muy prometedores tanto para el estudio del procesamiento emocional durante el sueño como para el desarrollo de nuevas terapias". Los efectos aún tres meses después del ensayo se mantenían, lo que respaldaría la conclusión de los autores.
Así que ya sabes, para reducir o cambiar tus pesadillas, imagina un final alternativo, aférrate a él y si lo vinculas a un sonido (algo sencillo gracias a las numerosas aplicaciones de sueño actuales), es muy posible que las pesadillas disminuyan. O cambies el final.
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