ALERTA SANITARIA

Mucho cuidado: ordenan la retirada de este popular marisco contaminado con E.coli

Se ha emitido una alerta europea tras detectarse la presencia de contaminación por E.coli en productos procedentes de España.

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos de la Unión Europea (RASFF) ha ordenado la retirada de todos las unidades de un lote de mejillones del Mediterráneo (Mytilus galloprovincialis) procedente de España. La causa de esta alerta alimentaria ha sido la presencia de niveles extremadamente altos de la bacteria Escherichia coli, más conocida como E.coli.

Las autoridades sanitarias y la RASFF han calificado este riesgo como grave para el organismo, debido a que la bacteria puede ocasionar de leves a serias consecuencias en la salud. Gracias a la rápida detención, el producto cárnico no se puso a disposición de los consumidores y se ha ordenado la retirada inmediata.

¿Qué es E.coli y por qué es peligrosa?

La bacteria E.colies habitual en los intestinos de personas y animales sanos, ya que estamos expuestos a ellas a través del agua o algunos alimentos ingeridos que pueden estar contaminados, sobre todo si estos están crudos o poco cocidos.

Bacteria E.coli | iStock

Sin embargo, algunas de sus cepas pueden infectar el organismo y producir una toxina que daña el intestino delgado, provocando desde gastroenteritis hasta infecciones urinarias, respiratorias y meningitis neonatal, tal y como explican los expertos. Los síntomas típicos incluyen vómitos, náuseas, dolor abdominal y diarrea de distinta gravedad, que puede contener sangre en los casos más severos causados por las temidas cepas enterohemorrágicas.

Ante estos síntomas, es muy importante buscar atención médica rápidamente, especialmente si la diarrea persiste, es intensa o contiene sangre, tal y como hemos mencionado.

Diagnóstico

Para diagnosticar una infección por E.coli, se envía una muestra de heces a un laboratorio para detectar la presencia de la bacteria. En cuanto al tratamiento, no existe ninguno que cure la infección, alivien los síntomas o prevengan complicaciones.

Cómo prevenirla

Para reducir el riesgo de infección, simplemente hay que seguir unas medidas básicas de higiene que, por lo general, llevamos a cabo en el día a día. A continuación te dejamos algunos ejemplos:

  • Lavarse bien las manos antes de manipular alimentos.
  • Limpiar cuidadosamente frutas y verduras que podrían tener restos de abonos animales.
  • Cocinar completamente los productos cárnicos.
  • Evitar lácteos no pasteurizados.
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