Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
MANTENTE ALERTA
Estos parásitos suelen esconderse en colchones, sábanas, muebles o alfombras.
Las chinches son pequeños insectos de color marrón rojizo que se alimentan de sangre, principalmente durante la noche. Aunque no transmiten enfermedades, sus picaduras pueden provocar irritación, reacciones alérgicas y, sobre todo, una experiencia muy desagradable.
Estos parásitos suelen esconderse en colchones, sábanas, muebles o alfombras, y su presencia no siempre está relacionada con la limpieza del lugar: incluso los hoteles más cuidados pueden verse afectados. Por eso, cuando nos vamos de vacaciones, conviene estar atentos y tomar precauciones.
Tal y como revela el medio Mirror, existen tres señales clave que te ayudarán a detectar si tu alojamiento podría estar infestado antes de que sea demasiado tarde:
Las picaduras de chinches son muy parecidas a picaduras de otros insectos, aparecen como manchas inflamadas, producen picor o quemazón, y suelen aparecer en las zonas de cuerpo que quedan desprotegidas por la noche. La clave para reconocerlas es que suelen aparecer formando una línea, a menudo de tres en tres.
Mientras que para algunas personas los síntomas pueden ser inexistentes (nada más allá de una simple picadura como si de un mosquito se tratase), hay otras a las que les puede provocar algún tipo de reacción alérgica que convertirá el picor en dolor y puede generar incluso ampollas. Lo recomendable es acudir al médico cuando el aspecto de los picotazos no sea el normal de una acción de un insecto, como los anteriormente descritos.
En general, las picaduras de chinches no necesitan tratamiento ya que desaparecen pasados unos días. Lo que se suele hacer es buscar tratamiento para calmar el picor, con cremas con corticosteroides, o tratamiento oral de antihistamínicos.