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A LOS 117 AÑOS
La anciana, que residía en una residencia de Olot (Girona) desde hace dos décadas, tenía 117 años.
La pasada madrugada del lunes falleció la española María Branyas, la mujer más longeva del mundo, a sus 117 años. Su familia lo comunicó ayer martes a través de la red social X: "Ha muerto como ella quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor". Branyas vivía desde hacía años en una residencia de Olot, Girona.
Como es normal, mucha gente se pregunta cuál es el secreto para vivir tantos años. Su caso llamó tanto la atención que incluso Manel Esteller, el doctor más reputado en epigenética de España y director del Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras, ha tratado de descubrir uno de sus secretos mejor guardados: el de la longevidad.
Para ello, extrajo muestras de todo tipo y estudió los hábitos de vida de la catalana para analizar cómo es posible llegar a esa edad tan bien. Una de las cosas que descubrió es que María tenía una edad biológica de al menos 10 años menos.
Además, investigaron también su árbol genealógico y comprobaron que María no era la única de su familia que había superado los 90 años. Por eso, no es extraño que sus genes hayan contribuido a la salud de hierro que le ha permitido vivir tantos años.
La vida de María siempre ha sido muy tranquila (a pesar de haber vivido dos guerras mundiales, una guerra civil e incluso la pandemia del COVID), algo que probablemente ha tenido mucho que ver en su larga vida. Además de su espectacular genética, no fumaba, llevaba, como hemos mencionado, una vida tranquila, en contacto con la naturaleza, con una dieta saludable y hacía ejercicio. Sin duda, los ingredientes perfectos para la receta de la longevidad.
Sin embargo, esta semana ha tocado despedirse de ella. Ahora, el título de la mujer más longeva del mundo viaja hasta Japón, donde vive Tomiko Itooka, de 116 años.