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DESCANSA EN PAZ
El pontífice falleció tras sufrir dos meses de complicaciones respiratorias. Sin embargo, desde el Vaticano apuntan que la causa oficial de la muerte del papa Francisco ha sido un ictus cerebral.
Ayer, 21 de abril, el mundo amanecía con la noticia de la muerte del papa Francisco a los 88 años. Y aunque últimamente su estado de salud era delicado, la causa de su muerte no tuvo nada que ver con la neumonía bilateral que sufrió el pasado mes de febrero. Tal y como informaba la Santa Sede, el Santo Padre ha fallecido a causa de un ictus cerebral, que le ha provocado el coma y un colapso cardiocirculatorio.
El cuerpo del pontífice fue explorado por Andrea Arcangeli, director de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano, quien tras realizar un exhausto reconocimiento del cadáver ha realizado el informe médico.
En España, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN) cada año se producen unos 90.000 nuevos casos de ictus y, en 2023, esta enfermedad fue la responsable del fallecimiento de más de 23.000 personas, cifras que se podrían reducir si la población tuviese mayor conocimiento sobre su prevención y síntomas.
El ictus sucede cuando el flujo sanguíneo en una parte del cerebro se bloquea o se interrumpe. Cuando esto ocurre, las neuronas de esa parte del cerebro no reciben el oxígeno y los nutrientes que necesitan para sobrevivir.
Es muy importante prestar atención a algunos de los síntomas que nos pueden indicar que se está produciendo un ictus. Entre los más habituales se encuentran:
Una forma rápida de identificación es el método FAST (rostro, brazos, habla y tiempo):
Si se tienen sospechas de que una persona puede estar sufriendo un ictus, llama rápidamente a emergencias y realiza estos pasos básicos: