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STARFISH NEUROSCIENCE
Starfish Neuroscience, una empresa fundada por Gabe Newell ha dado a conocer algunos detalles sobre su nuevo chip cerebral, el cual planea competir directamente con Telepathy de Neuralink.
El pasado mes de enero, la compañía Neuralink, propiedad del multimillonario Elon Musk, logró implantar "Telepathy", el primer chip cerebral en un humano. 20 días después, supimos que el sujeto era capaz de mover el ratón de un ordenador con la mente.
Ahora, poco tiempo después, tiene competencia. Se trata de Starfish Neuroscience, una empresa cofundada por Gabe Newell, CEO de Valve y responsable de Steam, dedicada a la creación y desarrollo de interfaces neuronales.
Según la página web oficial de la compañía, el chip de Starfish es "la próxima generación de interfaces neuronales" para resolver "problemas importantes" y "mejorar la forma de interactuar con el mundo".
Esta innovación incorpora sensores y actuadores inalámbricos mínimamente invasivos e implantes unidimensionales para llevar a cabo registros neuronales y neuromodulaciones, además, posee una estimulación magnética transcraneal avanzada (TMS, por sus siglas en inglés) para favorecer la orientación y retroalimentación de precisión. Estos actuadores y sensores prometen ser diminutos, del tamaño aproximadamente de una uña humana.
Por otro lado, respecto a sus usos, Starfish da a entender que el chip puede hacer tareas similares a la innovación de Neuralink –es decir, dar órdenes a la mente o mover objetos mediante el pensamiento–.
Elon Musk publicó el pasado 20 de marzo un mensaje en su cuenta de X en el que afirmaba que "Blindsight es el siguiente producto de Neuralink después de Telepathy".
Blindsight es un término que puede traducirse al español como "vista ciega", lo que sin duda fue una gran pista acerca de las posibilidades que brindaría este nuevo dispositivo. Al día siguiente, Elon Musk aclaró algunas dudas al respecto explicando que "el implante Blindsight ya está siendo probado en monos".
El empresario asegura que, aunque la resolución de la imagen percibida por los sujetos experimentales es inicialmente baja (comparable a los gráficos de los primeros videojuegos de Nintendo), se espera que con el tiempo y el desarrollo tecnológico, la calidad de esta visión artificial pueda superar incluso a la visión humana normal.