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¿DEMASIADA HIGIENE?
Parece de sentido común decir que las duchas son buenas para la higiene y la salud, pero no está tan claro como creíamos. Según los expertos, ducharse cada día puede tener efectos secundarios negativos que nunca tenemos en cuenta.
Parece de sentido común decir que las duchas son buenas para la higiene y la salud, pero no está tan claro como creíamos. Según los expertos, ducharse cada día puede tener efectos secundarios negativos que nunca tenemos en cuenta.
La piel tiene su propio ecosistema y es muy delicado. Genera aceites naturales que la mantienen hidratada, y nos ayuda a protegernos de agentes patógenos externos. Al ducharnos demasiado, estamos alterando el equilibrio de la piel y el cuero cabelludo.
No se trata de mojarse con agua, el riesgo viene cuando usamos geles, champús u otros productos que contienen químicos. Esto altera el pH natural de la piel y nos hace más susceptibles a que se irrite y enrojezca, y también aumenta el riesgo de sufrir reacciones alérgicas. Tratando de librarnos de bacterias, es posible que acabemos teniendo más, porque la piel no nos puede proteger.
Esto no quiere decir que dejemos de ducharnos, solo que reduzcamos la frecuencia. Si un día apenas salimos de casa y no sudamos, dejar la ducha para otro momento no será falta de higiene. La frecuencia media debería ser de cuatro veces a la semana, y adaptarlo en función de nuestros hábitos y tipo de piel.