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RESPUESTAS CEREBRALES
Es la conclusión de un reciente estudio de la Academia China de las Ciencias centrado en nuestra relación con el pasado.
A nivel mundial, se estima que aproximadamente una de cada cinco, o alrededor de 1500 millones de personas, sufren de dolor crónico, una dolencia que aumenta con la edad. El dolor a menudo se considera una epidemia silenciosa debido, por un lado, a la falta de conciencia pública sobre su prevalencia y también a la probabilidad de que el dolor aumente los costes físicos, psicológicos, sociales y económicos. Varios estudios han demostrado que el dolor crónico reduce la salud y la calidad de vida, aumenta los conflictos en las relaciones y aumenta las tasas de depresión y suicidio.
La forma más común de tratamiento del dolor es la terapia farmacológica, el problema es que no todas las personas experimentan el mismo grado de alivio con los fármacos. Casi la mitad de los enfermos crónicos no usan medicamentos para tratar su dolor. La mayoría de ellos señalan a los efectos secundarios de los fármacos como motivo. Como resultado, aproximadamente dos tercios de quienes padecen dolor crónico recurren a otras alternativas. Y aquí es cuando entra la memoria…
De acuerdo con estudios previos, la nostalgia, un anhelo sentimental por el pasado, se asocia con beneficios psicológicos, emocionales y sociales. Investigaciones recientes han demostrado que la reflexión nostálgica también puede mejorar la salud física y también reducir el dolor. Basta simplemente ver fotos o vídeos de buenos momentos familiares para que el efecto comience.
Un estudiopublicado esta semana y liderado por Yazhuo Kong, revela el mecanismo implicado en la reducción del dolor provocada por la nostalgia. El equipo de Kong descubrió que el tálamo, una región cerebral crítica para la modulación del dolor, también está relacionado con el efecto analgésico asociado con la nostalgia.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de Kong combinó el análisis mediante resonancia magnética funcional con la aplicación de fuentes de calor y la exposición a imágenes de familias o amigos. Básicamente estudiaban su cerebro cuando veían imágenes de su pasado mientras recibían estímulos dolorosos. Gracias a ello pudieron examinar cómo se modulan las respuestas cerebrales provocadas por el dolor antes y después de que los voluntarios experimentaran una emoción nostálgica.
Los participantes informaron haber experimentado sentimientos de dolor más débiles cuando veían las imágenes. Pero lo interesante para los científicos fue descubrir que el tálamo anterior codificaba la nostalgia y el tálamo parietal posterior codificaba la percepción del dolor. "El tálamo – explica el propio Kong – juega un papel clave como enlace funcional en el efecto analgésico. Y en este aspecto, la memoria es fundamental. Como una emoción predominantemente positiva, la nostalgia cumple varias funciones de adaptación, incluido un efecto analgésico. Los resultados del comportamiento de los participantes mostraron que la nostalgia reducía significativamente la percepción del dolor, particularmente en intensidades de dolor bajas".
Cuando las personas miraban imágenes, la intensidad de la nostalgia que experimentaban también estaba fuertemente asociada con la conectividad entre el tálamo y la sustancia gris periacueductal, un área de materia gris que se encuentra en el mesencéfalo (un área implicada en los mecanismos de recompensa del cerebro). En esta situación, la relación entre la sustancia gris y el tálamo juegan un papel crucial en la activación de la vía analgésica.
Y esto es importante. En primera instancia porque a veces experimentamos un dolor que es incómodo, pero no lo suficiente como para requerir medicación. En estos casos, los métodos de alivio del dolor, como la nostalgia, pueden ser útiles o incluso necesarios, pero al mismo tiempo dado que ahora conocemos los mecanismos neuronales relacionados con el alivio del dolor inducido por la nostalgia, se abre una nueva fuente de terapias en al área de la analgesia psicológica no farmacológica que permitirá que muchas personas que sufren dolor, pero no quieren recibir medicación, tengan una alternativa.
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