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SIN NAVE PARA VOLVER A LA TIERRA
La nave en la que tenían que volver los tres cosmonautas tuvo una fuga de refrigerante, y ahora se plantean utilizar otro cohete similar o uno de SpaceX.
El 14 de diciembre, la NASA informó de que la nave espacial rusa Soyuz MS-22, amarrada a la Estación Espacial Internacional, había tenido una fuga de refrigerante. Este líquido, encargado de regular la temperatura de su interior, había estado filtrándose al espacio durante horas.
Ante lo ocurrido, los cosmonautas rusos cancelaron su caminata espacial y tuvieron que refugiarse en otros módulos de la EEI. Sergey Prokopyev y Dmitry Petelin, junto con el astronauta de la NASA Frank Rubio, habían llegado a la órbita en septiembre en esa nave Soyuz MS-22 y, según las previsiones, deberían marcharse en marzo.
Sin embargo, la inestabilidad de la nave compromete ahora la vuelta de los tres a la Tierra. Se desconoce la causa que creó la fuga, que mide 0,8 milímetros, aunque se sospecha de un meteorito. Además, según las comprobaciones del brazo europeo acerca de la Soyuz MS-22 (como se ve en la imagen superior), la nave no es segura para realizar correctamente y de forma segura una reentrada en la atmósfera.
Por tanto, ahora mismo Prokopyev, Petelin y Rubio se encuentran en la EEI y sin billete de vuelta a la Tierra. La NASA ha pensado dos soluciones al respecto: una reside en enviar otra nave Soyuz en marzo a la estación para que recoja y traiga a los tres astronautas de vuelta.
La otra pasaría por utilizar una cápsula Crew Dragon de la empresa SpaceX, propiedad del magnate Elon Musk. La NASA ya se habría comunicado con la compañía para comprobar su "capacidad para devolver miembros adicionales de la tripulación a bordo de Dragon si fuera necesario en caso de emergencia", señala la agencia y según recoge 'Gizmodo'.