¿Puede un olor influir en nuestro peso? Cómo nos engaña el olor del limón

Aunque nuestro peso es algo objetivo, que se mide sin errores en una báscula y sin depender de nuestra percepción, existe un factor que puede cambiar cómo sentimos el peso de nuestro cuerpo y es con el olfato. Puede sorprendernos, pero algunos olores son capaces de crear estímulos que no están relacionados con nuestros sentidos, como el caso del limón. Te explicamos por qué su olor hace que "cambiemos" de peso.

Según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Sussex y en colaboración con la Universidad de Londres y la Universidad Carlos III de Madrid, la mayoría de las personas se sienten más delgadas y ligeras cuando se les expone el aroma de un limón por su frescor. Está claro que, aunque la gente se siente mejor con su imagen corporal, este mito no hace que nuestro cuerpo cambie solamente por oler un limón, ya que seguimos pesando lo mismo, pero eso sí, nos genera una ligereza que confunde a nuestro cerebro. Sin embargo, existen olores que provocan el efecto contrario, como la vainilla, que nos hace sentir más pesados.

Nuestra mente y emociones están relacionadas con el olfato, pero muchas veces no somos conscientes de qué manera nos afecta. De hecho, la percepción de nuestro cuerpo está ligada a las emociones, y, por lo tanto, también a nuestro olfato. Por lo que el olor del limón podría usarse como terapia novedosa para mejorar la autoconfianza de las personas y para recalibrar los sentimientos distorsionados del peso corporal.

El oído también puede influir en la sensación que tenemos de nuestro cuerpo, por lo que, si usamos zapatos pesados, el sonido que hacemos caminando nos hace sentir más gordos que si usamos zapatos ligeros. Por ello, no siempre debes fiarte de tus sentidos, porque hacen que tu percepción sea subjetiva y siempre se vea afectada por los estímulos que tengas.

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