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CAMBIO DE ESTACIÓN
La astenia otoñal afecta al estado físico y mental de las personas que la padecen. Te contamos en qué consiste, cuáles son sus causas y los síntomas que provoca.
¿Estás pasando por unos días en los que no te sientes muy bien anímicamente pero no sabes por qué? No es casualidad, tiene una explicación y se llama astenia otoñal. Si no has escuchado nunca hablar sobre ello quédate que te contamos qué es, cuáles son las causas y los síntomas que provoca.
Tal y como explican desde la web del Hospital Manises, la astenia otoñal consiste en un estado de cansancio, debilidad y apatía que surge como consecuencia de las dificultades que tiene el organismo para adaptarse a los cambios estacionales, que en el caso de la astenia otoñal incluyen modificaciones de rutinas y horarios, menos horas de luz y descenso de las temperaturas.
Lo cierto es que no hay de qué preocuparse ya que los síntomas de la astenia otoñal no son graves. A pesar de ello, pueden afectar a nuestra calidad de vida, ya que disminuye nuestra energía, motivación y rendimiento en los estudios o el trabajo, y los cambios en el estado de ánimo pueden empeorar las relaciones sociales y afectivas.
Pero la buena noticia es que estos síntomas son temporales y desaparecen poco a poco conforme el organismo se adapta a los cambios otoñales.
En otoño tiene lugar el cambio de hora que nos adentra todavía más en invierno. Al adelantar una hora más el reloj hace que anochezca antes, lo que adelanta también la producción de melatonina, hormona implicada en la regulación del ciclo circadiano. Al mismo tiempo, desciende la producción de serotonina, un neurotransmisor también conocido como hormona de la felicidad. Todo ello causa un desequilibrio en el organismo, que tendrá que adaptarse poco a poco a las nuevas circunstancias.
Y además, a todo lo anterior debemos sumarle el descenso de las temperaturas, lo que provoca que aumenten los casos de gripe y resfriados que debilitan el sistema inmune.
Para poder identificar la astenia, debemos fijarnos si tenemos estos cinco síntomas asociados al trastorno:
También son comunes la irritabilidad, los cambios en el apetito (tendencia habitual a una mayor ingesta), la disminución de la libido y el descenso de las defensas, lo que nos hace más vulnerables a los virus y las infecciones.
No obstante, no debemos preocuparnos. La astenia no es un trastorno preocupante ya que, como hemos mencionado, suele durar unos pocos días o semanas (de seis a 15 días) hasta que nos adaptamos a la nueva estación.