CURIOSO

¿Por qué las aves no se electrocutan con los cables de Alta Tensión?

Es habitual que veamos a diferentes pájaros y aves posados tranquilamente entre los cables de Alta Tensión. Algo que para cualquier ser humano sería realmente peligroso tocar, para las aves parecen inofensivos. ¿A qué se debe? La clave está en la ley de Ohm y en la distancia entre los cables. Te lo explicamos.

Los cables de alta tensión transportan grandes cantidades de energía desde centrales eléctricas a viviendas, manejando voltajes de hasta 380,000 voltios. Los electrones que circulan por estas líneas siempre optan por el camino de menor resistencia al moverse, por eso este tipo de cables se fabrican con materiales que favorecen la conductividad eléctrica. Pero cuando un pájaro toca un cable, son capaces de posarse en estos cables gracias a su falta de conductividad y a su habilidad de mantener el mismo potencial en sus patas, evitando así que la corriente eléctrica fluya a través de su cuerpo y protegiéndolo, permitiendo que esta continúe con su flujo. Esto se debe a que el cuerpo de las aves no son un buen conductor de electricidad en comparación con los cables de cobre.

Líneas eléctricas de alta tensión | EuropaPress

Sin embargo, el riesgo para los pájaros está en que, si tocara con una pata el cable y con la otra pata la tierra o tocara dos cables diferentes simultáneamente, la situación cambiaría, porque cada pata tendría un potencial distinto significativo, lo que permitiría que la corriente pasara a través de su cuerpo y se electrocutara. Sin embargo, los postes de las líneas de alta tensión están diseñados para mantener los cables separados, minimizando este riesgo. En situaciones excepcionales, aves de gran tamaño pueden extender sus alas y tocar más de un cable a la vez, lo que aumenta el riesgo de una descarga eléctrica.

Esta explicación se relaciona con la Ley de Ohm, que establece que el flujo de corriente es proporcional a la diferencia de potencial en un circuito. En este caso, el pájaro actúa como un circuito con una diferencia de potencial mínima entre sus patas, lo que limita el paso de corriente desde el cable hasta su cuerpo, manteniendo a las aves a salvo.