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SABÍAS QUE...
El estrés se puede contagiar con ver, oír y oler a personas cercanas a ti.
A todo el mundo le ha pasado que ha visto a otra persona bostezar y automáticamente se le han pegado las ganas sin necesidad de estar cansado. Pues eso mismo puede pasar con el estrés, observar a alguien que está estresado, especialmente si se trata de un compañero de trabajo, un amigo o un familiar, puede hacer que nos sintamos estresados también.
Este efecto es conocido como estrés de segunda mano, y según un estudio sobre este tipo de estrés llevado a cabo por científicos de la Universidad de California, el 26% de las personas estudiadas, mostraron altos niveles de cortisol con observar a alguien que estaba estresado. El cortisol es la principal hormona del estrés, que aumenta la glucosa en la sangre, mejora su uso en el cerebro y aumenta la disponibilidad de sustancias que reparan los tejidos.
También se comprobó que el nivel de estrés de segunda mano es mucho mayor cuando se aprecia en personas a las que se tiene más cariño como a las parejas sentimentales, con las que se llegaba a un 40%, que cuando se veía a personas con las que no se tiene ninguna relación, cuyo porcentaje bajaba comprensiblemente hasta un 24%.
Además, no es necesario tener que ver o escuchar a la persona estresada para que nos lo pueda “contagiar”. La novedad es que es posible detectar el estado emocional de las personas a través del olfato, como demuestra la investigación publicada la revista Plos One. De esta manera es mucho más fácil que el estrés se pueda contagiar entre personas.