SALUD

Por qué no deberíamos intentar contener los estornudos

Los estornudos son un mecanismo que tiene el cuerpo para mantener las vías respiratorias libre de partículas irritantes. Aunque hay maneras de evitarlos, no es lo más recomendable

El estornudo está presente en nuestro día a día y es un mecanismo que tiene el cuerpo para mantener las vías respiratorias libres de partículas. Si te encuentras en un momento en el que crees que el estornudo puede molestar a la gente de tu alrededor, es habitual evitarlo taponando las fosas nasales, pero esto no es lo más recomendable.

El acto del estornudo ejerce mucha presión en las vías respiratorias, se calcula que hasta 150 veces más que cuando no tenemos aire después de hacer un ejercicio deportivo intenso. Si expulsamos el aire, este sale a unos 100km/hora de nuestro cuerpo mientras que, si nos aguantamos el estornudo, se ejerce una presión de hasta 10 veces más.

Dicha presión, que no logramos expulsar, queda reprimida en el cuerpo y acaba desplazándose a otras zonas. En la mayoría de los casos acaba en los ojos, oídos y vasos sanguíneos en el cabeza.

Otro efecto, aunque muy poco común, es sufrir graves lesiones por aguantar los estornudos. Pueden ir desde algo común como un sangrado de nariz, hasta lesiones más serias como puede ser el colapso de los pulmones. Esto se debe a que los trucos que conocemos para parar los estornudos activan los nervios Trigeminales, los más importantes del cráneo porque transmiten la información sensorial. De esta manera bloquemos la señal de que hay algo irritante en las vías respiratorias y procesan otros estímulos.