¿Por qué estornudamos?

El cosquilleo previo a los estornudos que sentimos en la nariz puede ser molesto y agradable a la vez cuando por fin estornudamos.

Los estornudos son un acto reflejo que, ante determinados estímulos, se producen como una respuesta fisiológica. Nuestro cuerpo se prepara para expulsar bruscamente aire de la nariz y de la boca. Este aire suele ir acompañado de mucosidad que lleva consigo partículas o bacterias que pueden dañar nuestro cuerpo, por eso es tan importante taparse cuando lo hacemos, para no perjudicar a los demás.

Cuando estornudamos, muchos de nuestros músculos se coordinan. Algunos de los músculos que intervienen son músculos del abdomen, del pecho, del diafragma, de las cuerdas vocales, de la parte posterior de la garganta, de los párpados, de la boca o de la cara entre otros. Es decir, hasta ocho tipos de músculos son necesarios para producir el estornudo.

Causas

Las causas de los estornudos pueden ser diversas. Desde procesos catarrales donde el cuerpo intenta expulsar los virus y las bacterias culpables de nuestro resfriado hasta nuestras propias emociones o la irritación de las membranas mucosas de la nariz ocasionado por algún tipo de alergia. Entre los alérgenos más habituales encontramos el polvo, el polen, el moho, la caspa y los ácaros. Sin embargo, podemos recordar que en muchas ocasiones el olor fuerte de alguna pintura o incluso los productos de limpieza hacen que estornudemos.

También los factores ambientales como el aire muy seco o muy húmedo y la contaminación pueden hacernos estornudar.

Es muy importante saber que no debemos evitar los estornudos. Bloquear el aire repercute en nuestros propios tejidos, ya que al hacerlo impedimos la brusquedad del acto. Esto puede llegar a ocasionar roturas vasculares, hemorragias, dolor de oído o de cabeza o alteraciones en la audición.

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