EXPLICACIONES CIENTÍFICAS

¿Por qué la humedad nos hace pasar más calor?

La humedad que hay en el aire, en los días más calurosos del verano, choca con la función de climatización natural de nuestro cuerpo.

Una mujer pasando calor se abanicaiStock

La típica frase de "no hace calor, es la humedad", no es un mito, es una realidad y tiene sus bases científicas. Para empezar, tenemos que saber que el sudor es el método que tiene nuestro cuerpo para enfriarnos, pues al sudar se transporta al exterior el calor del interior del organismo. Y aquí es cuando entra en juego la humedad.

Cuando las temperaturas son altas y la humedad baja, el sudor se evapora en el aire seco. Pero, si la humedad que ya se encuentra en el aire es bastante alta, la función de evaporización del sudor se ralentiza, al encontrarse saturado el aire. Por ello, el sudor, en lugar de desaparecer, se va quedando en nuestra ropa, haciéndonos sentir pegajosos. Una forma de combatir esa humedad, que nos genera bochorno, es tener en cuenta la humedad relativa y el índice de calor.

La razón por la que la humedad nos hace pasar más calor

La humedad determina la cantidad de agua que hay en el aire. Por ello, cuando cambia la temperatura, también lo hace la cantidad de agua. En muchas de nuestras aplicaciones del tiempo, encontrados un apartado dedicado a la humedad, esa humedad es la humedad relativa, una media entre la cantidad máxima de vapor de agua que puede haber a cualquier temperatura determinada y la humedad real.

Cuando contamos con este dato y la temperatura, podemos calcular el índice de calor. Aunque su fórmula es bastante compleja, (ÍC = -42.379 + 2.04901523T + 10.14333127R - 0.22475541TR - 6.83783 x 10-3T2 - 5.481717 x 10-2R2 + 1.22874 x 10-3T2R + 8.5282 x 10-4TR2 - 1,99 x 10-6T2R2), siendo 'T' la temperatura en grados Fahrenheit, Fº, y la ‘R’ la humedad relativa, existe una tabla que agiliza este proceso. Índices de calor muy altos pueden provocar insolación, calambres o agotamiento.

Cómo combatir esa humedad

Cuando estás en la calle, poco se puede hacer, quizás evitar pulverizadores de agua que influyan en la evaporización de nuestro propio sudor o buscar una sombra. Si estás en casa puedes probar a invertir en un deshumidificador que absorba la humedad del aire y regule el ambiente.

También puedes colocar cajas absorbentes de humedad en las áreas más húmedas como puertas o baños. Y si vas a comprarte un aire acondicionado, y vives en un lugar de mucha humedad, puedes optar por algunas opciones que incluyen unas bobinas de evaporización que reducen la cantidad de vapor de agua en el aire. Esa humedad se recoge y transportará fuera de la casa a través de un desagüe o tuberías.

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