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LOS HEMISFERIOS CEREBRALES TIENEN QUE VER
Los abrazos son una de las muestras de cariño más comunes que tenemos las personas. Con el cuerpo ligeramente separado, junto, brazos arriba, abajo... Son múltiples las formas de darlo pero, ¿te has planteado por qué unas veces los das por el lado derecho y otras por el izquierdo?
A todos nos gusta sentirnos queridos y mostrar cariño hacia los demás y los abrazos son una de las expresiones preferidas para hacerlo desde que nacemos. Con nuestra pareja, familia o amigos, un abrazo dado en el momento oportuno puede librarnos de toda la tensión que tengamos acumulada.
Pero, si nos fijamos, no siempre los damos por el mismo lado: unas veces nos inclinamos a la derecha y otras hacia la izquierda. ¿A qué se debe? Un grupo de biopsicólogos de la Universidad de Ruhr (Alemania) quisieron averiguar el motivo y para ello observaron más de 2.500 abrazos en distintas situaciones.
El autor principal del estudio, Julian Packheiser, explicó que lo que querían era saber si los abrazos están asociados al contexto emocional en el que nos encontremos o no guardaban ninguna relación.
Comenzaron observando más de 1.000 abrazos que las personas se daban en los aeropuertos y, en la mayoría de los casos, se abrazaba por el lado izquierdo al ser la mayoría despedidas o reencuentros entre seres queridos. Además, a esto se le suman los viajeros tienen pánico a los aviones (aviofobia), lo que incrementa el efecto negativo y que este lado fuera más común que el derecho.
Para confirmarlo, hicieron otro experimento en el que unos 1.000 voluntarios tenían que abrazar a un maniquí después de pasar por varias situaciones: escuchar una historia triste, otra alegre y otra neutra. La resolución fue la misma: en la primera y segunda opción la gente abrazaba por el lado izquierdo, y en la tercera por el lado derecho.
Esto demuestra que el lado por el que abracemos sí está asociado a lo que sintamos por la otra persona, de manera que si se trata de emociones fuertes, tanto positivas como negativas, la gente se inclina por el lado izquierdo. Esto también está asociado a los hemisferios cerebrales, pues es el hemisferio derecho el que procesa las emociones y controla el lado izquierdo del cuerpo. Pero si se trata de emociones neutrales, como puede ser un simple saludo, se hará por el lado derecho.
Packheiser observó también que la destreza y el equilibrio también están relacionados con la lateralización de los abrazos. Por eso, las personas diestras se inclinan más por el lado derecho y los zurdos por el izquierdo.
Por el contrario, hay una excepción cuando se trata de un abrazo entre dos hombres. Al parecer, tanto si se trata de un saludo como de una situación afectiva, prefieren hacerlo por el lado derecho. Otro de los autores del estudio, Sebastian Ocklenburg, señala como posible razón que todavía algunos hombres tengan ciertos prejuicios a la hora de mostrarse demasiado afectuosos con los de su mismo sexo.