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CURIOSO
La inercia, el movimiento angular y la inclinación son algunos de los motivos por los que podemos mantenernos en pie mientras pedaleamos en una bicicleta. Te damos más detalles.
Han pasado más de 200 años desde queKarl Drais decidió patentarsu Drasiana, un velocípedo de dos ruedas que podía moverse debido al impulso de los pies.Él no lo sabía, pero se trataba de la primera bicicletade la que se tiene constancia. A partir de entonces, este novedoso aparato ha sufrido diversas modificaciones a lo largo de su historia, cambiando diversos materialesy adaptándose a las necesidades de cada uno hasta llegar a la bicicleta tal y como la conocemos hoy en día. Sin embargo, lo que no ha cambiado ha sido la forma de usarla.
En ese sentido, basta con hacer girar los dos pedalesa sus lados sin parar para poder desplazarnos. Pero, alguna veztodos nos hemos preguntado cómo es posible que, mientras pedaleamos, no caigamos hacia un lado u otro. Cuando la bicicleta se encuentra en movimiento, se combinan una serie de factores físicos y mecánicos que trabajan juntos para crear la magia del equilibrio.A continuación, explicamos dichos factores.
En primer lugar, una de las principales razones es la inercia. Setrata de la tendencia de los objetos a mantener su estado en movimiento. Esto juega a nuestro favor ya que se produce una especie de impulso, que es el que nos ayuda a estabilizar la bicicleta.
Por otro lado, cuando las ruedas giran se produce un tipo defuerza llamada momento angular, también conocido como momento cinético. Este contribuye a mantener la bicicleta estable, como si de un apoyo invisible se tratase. Asimismo, es proporcional a la velocidadque se tome, de manera que, si esta aumenta, el momento angular también lo hará.
Este movimiento de las ruedas también produce un efecto giroscópico. Esto causa fuerzas perpendiculares mientras gira, denominadas centrípeta y centrífuga, las cuales tienden al equilibrio, así como mantener la direcciónpredeterminada en el eje de rotación. Esdecir,nos ayuda a mantener el rumbo dela bicicleta, evitando que esta se tambalee.
No obstante, no todo concierne a la máquina. De hecho, el cuerpo humano, concretamente el peso que añadimos con nuestro cuerpo mientras pedaleamos es clave para mantener el equilibrio, En ese contexto, el contrapesoque realizamos con el mismo montados en el sillín y nuestros propios movimientos en el manillar hace que mantengamos el equilibrio.
Por lo tanto, son diversos los factores que influyen en la estabilidad al pedalear. Una estabilidad que no va a ser posible si dejamos de pedalear. Porque ya lo decía Albert Einstein, la vida es como montar en bici: para conservar el equilibrio hay que mantenerse en movimiento.