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CEREBRO DEL SER HUMANO
Así funciona esta parte del cerebro, fundamental para la actividad de todo el cuerpo humano.
Nuestro cuerpo es una máquina perfectamente programada para su funcionamiento donde, si una parte falla, todo el conjunto se ve afectado. Cada acción repercute en el resto del organismo por lo que un fallo o defecto en cualquiera de los procesos se hará visible en el resultado final.
El cerebro es el principal responsable de que el cuerpo humano funcione adecuadamente controlando los movimientos voluntarios e involuntarios, las emociones y los sentimientos, y asimilando todo lo que percibimos a través de los sentidos.
Está formado por dos tipos de sustancias que, actuando a la vez, consiguen que el cerebro ejerza sus tareas de manera correcta. Por un lado, se encuentra la materia gris localizada en la periferia y que se encarga del procesamiento de la información. La otra mitad la compone la materia blanca que se encuentra en las partes más profundas y que permite la comunicación del cerebro con el resto del cuerpo humano.
Según señala Christopher Filley, profesor de Neurología y Psiquiatría de la Universidad de Colorado en este artículo, la sustancia blanca del cerebro tiene una importancia muy alta en el ser humano. Te contamos dónde se ubica, cuáles son sus funciones, de qué está compuesta, cómo repercute en el organismo o qué puede ocurrir si esta materia se daña.
Qué es la materia blanca cerebral
La materia blanca del cerebro es la responsable de que la comunicación entre los diferentes sistemas del cuerpo humano sea coordinada, ordenada y efectiva. Recientemente, también se ha señalado que esta sustancia está relacionada con elementos cognitivos y emocionales como la memoria, el aprendizaje y el desarrollo y uso de la inteligencia.
Forma parte del sistema nervioso y está configurada básicamente por axones. Estos son fibras nerviosas que actúan como extensiones de las neuronas del cerebro y que transmiten la información recibida por las células del organismo hasta zonas muy alejadas del cuerpo con rapidez. En los axones es donde tiene lugar la comunicación entre neuronas en uniones llamadas sinapsis.
La mayoría de estas fibras están recubiertas por una capa de mielina. Es la responsable de que la materia tenga ese color blanco. Esta sustancia acelera la transmisión de la información desde el cerebro para que posteriormente podamos responder ante las diferentes situaciones del día a día. Gracias a la mielina, esa comunicación se realiza 100 veces más rápida que lo habitual.
Para comprender mejor el papel tan importante que juega la materia blanca, esta comparación resulta muy representativa. Imagina que todas las ciudades de un país o de una región funcionasen de manera independiente, que no estuviesen conectadas entre ellas mediante conexiones como carreteras, internet o cables. Esta situación sería extrapolable a lo que sería un cerebro sin sustancia blanca.
Problemas relacionados con la sustancia blanca del cerebro
Si llegamos al punto de que la materia blanca se daña y no puede ejercer esas conexiones con regularidad, probablemente aspectos cognitivos y emocionales se vean afectados. Problemas como la hipertensión o mayores posibilidades de padecer un ictus, son algunos de los riesgos de padecer lesiones de la sustancia blanca cerebral. Lo normal es que estos inconvenientes, sí es que aparecen, se suelan presentar en personas que estén por encima de los 60 años. Además, un detrimento en la sustancia blanca podría significar que el alzhéimer puede empezar a estar desarrollándose en nuestro cerebro.
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