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CONSECUENCIAS EN LA TIERRA Y EL ESPACIO
Existen varias películas que recrean un mundo donde el gran satélite desaparece sin dejar rastro, pero no es suficiente para darnos cuenta de todo lo que sucedería en realidad.
Todo lo que tiene que ver con la astronomía nos despierta mucha curiosidad. Desde qué forma tiene el universo hasta un sinfín de preguntas como si existe vida en Marte. Pero entre todas estas cuestiones, hay una que seguramente hayas pensado más de una vez, y es qué pasaría si nuestra Luna desapareciera de repente.
Como parte de una recreación sobre lo que sucedería, muchas películas y series han simulado un planeta donde el gran satélite desaparece de la nada. Sin embargo, sería mucho más catastrófico que lo representado en ellas. La Luna, tal y como la conocemos, influye mucho más de lo que piensas en nuestra vida, por lo que sería muy complicado saber qué ocurriría si ya no estuviera.
La última película de esta temática es la recién estrenada este año (concretamente el pasado 4 de febrero), MoonFall. En esta película de Roland Emmerich y protagonizada por Halle Berry, Patrick Wilson y John Bradley, una fuerza misteriosa golpea a la Luna fuera de su órbita y la envía en choque directo contra la Tierra a toda velocidad. Pero, ¿Qué sucedería realmente?
Desaparecería las mareas lunares
Por supuesto, las noches serían completamente oscuras. Pero esto no es lo único que ocurriría.
Las mareas son cambios periódicos que se producen en el nivel del mar. Se producen por la gravedad del Sol y la Luna, lo que da lugar a las mareas solares y lunares. Esto se debe a que el 70% de la superficie de la Tierra es agua líquida en forma de mares y océanos. En el caso de que desapareciera la Luna, también lo harían las mareas lunares, ya que este satélite ejerce una fuerza de atracción gravitatoria que produce oscilaciones cíclicas ligadas a la rotación de nuestro planeta con una frecuencia aproximada de medio día.
Por tanto, provocaría que las mareas fueran mucho más débiles. Como consecuencia a ello, el agua se podría estancar, lo que llevaría a la desaparición de las orillas y su sistema de limpieza gracias al vaivén de las aguas. Esto llevaría a un cambio impactante en el clima, ya que el agua de los océanos se direccionará hacia los polos y aumentaría el nivel del mar en las costas.
Desaparecería el eje de rotación de la Tierra
La Luna estabiliza el eje de rotación de nuestro planeta gracias a su movimiento alrededor de él, lo que mantiene su inclinación en unos 23 grados respecto al plano de su órbita. Gracias a ello, existen las estaciones.
Pero si la Luna desapareciera, la estabilidad de la Tierra no sería la misma y su inclinación podría estar entre los 0 y 90 grados. Esto significa que en estaciones como verano, podrían llegar a superarse los 100 grados y en invierno los 80 grados bajo cero. Temperaturas imposibles para la vida humana.
La Tierra podría alienarse con el Sol
Con referencia al punto anterior, si se pierde esa estabilidad que el satélite ejerce sobre el eje de rotación, la Tierra podría quedarse totalmente alienada con el Sol, lo que supondría que algunas zonas estuvieran en una completa oscuridad y otras siempre iluminadas. Las diferencias de temperatura que provocaría esta situación llevarían a fenómenos meteorológicos extremos, como vientos de más de 300 km/h.
Por supuesto, esta situación llevaría a muchos animales y vegetales a no poder adaptarse a esta alteración de oscuridad y temperaturas, dando como resultado una vida imposible en la mayoría de zonas del planeta.
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