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MUCHO CUIDADO
En búsqueda del placer, muchas personas encuentran riesgos para su salud.
En los últimos tiempos se ha puesto de moda una práctica sexual que cada vez es más popular en las redes sociales, sobre todo entre los jóvenes, y que está convirtiéndose en un grave problema de salud pública. Se trata del slamsex. Te contamos los detalles.
El slamsex, tal y como recoge el medio The Conversation, es una modalidad del chemsex, un comportamiento caracterizado por el uso de drogas recreativas para intensificar las relaciones sexuales. Suele asociase a fiestas o encuentros donde se busca tanto la euforia como la prolongación de dichas relaciones.
En el caso del slamsex, se conjugan tres elementos: un contexto sexual (sexo grupal, relaciones sin condón con parejas ocasionales, etc.), la utilización de drogas psicoestimulantes (generalmente metaanfetamina o mefedrona) y la administración de esas sustancias mediante una inyección.
El chemsex en general y el slamsex en particular son peligrosos por dos riesgos muy concretos. En primer lugar, por el riesgo normal que supone el consumo de drogas. Y, además, porque estas drogas a menudo desinhiben y disminuyen la percepción de riesgo, por lo que su consumo suele ir acompañado de prácticas peligrosas como la práctica de sexo sin protección.
Además, el consumo de drogas también puede aumentar el ritmo cardíaco hasta niveles peligrosos, causan una gran sudoración que puede acabar en deshidratación, sobre todo si se combinan con otras sustancias, como el alcohol.
Por último, otro de los peligros que preocupa a los expertos es el de poder tener una infección debido al uso compartido de agujas, una práctica común que aumenta significativamente el riesgo de contagio de infecciones de transmisión sexual (ITS), como el VIH, la hepatitis B y C, así como otras enfermedades infecciosas.
En la práctica del slamsex, las drogas más consumidas son la metanfetamina y la mefedrona. Ambas son anfetaminas con un gran poder psicoactivo. Esto significa que producen efectos como euforia, aumento de la energía y una mayor capacidad de socialización. Es ideal, por lo tanto, para perder la vergüenza a tener relaciones sexuales con desconocidos. Sobre todo en grupo. Además, al aportar tanta energía, estas drogas permiten que las sesiones de sexo sean más largas.
Es importante saber que si bien el uso de drogas en los encuentros sexuales es una forma de experimentar nuevas sensaciones, lo cierto es que sus daños permanentes de la salud pueden traer graves consecuencias, por lo que su uso está contraindicado.