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SIN EFECTOS SECUNDARIOS ADVERSOS
En un primer ensayo clínico mundial, científicos del sistema nacional británico y de la Universidad de Bristol han cultivado sangre que se ha transfundido con éxito a un paciente.
Un equipo de científicos de Reino Unido ha logrado cultivar sangre en un laboratorio y transfundirla a otra persona con éxito. Este ha sido el primer ensayo clínico mundial en el que glóbulos rojos cultivados en un laboratorio se transfunden a otra persona.
El ensayo RESTORE es una investigación conjunta del sistema nacional de salud de Reino Unido, NHS, y la Universidad de Bristol. Se basa en el cultivo de glóbulos rojos con terapias avanzadas para que la sangre aguante durante más tiempo. Los voluntarios receptores son reclutados de otro departamento sistema nacional de salud.
RESTORE está ahora investigando la vida útil de las células cultivadas en un laboratorio en comparación con las transfusiones solo de glóbulos rojos. Estas células sanguíneas cultivadas son nuevas, por lo que el equipo creyó que funcionarían mejor que las transmisiones estándar de glóbulos rojos, que contienen células de distintas edades.
Para realizar el experimento, los científicos reclutaron a donantes y separaron las células madre de su sangre. A partir de estas, cultivaron las nuevas células sanguíneas con las que se hicieron transfusiones a dos miembros sanos de otro grupo.
Tras la transfusión, los científicos monitorearon a los dos voluntarios. Hasta el momento, informan desde el NHS, no se han dado efectos secundarios adversos y ambos están "bien y saludables" con sus nuevos glóbulos rojos cultivados en un laboratorio. En las transfusiones, la cantidad de células cultivadas ha variado, pero se estima que cada una que se realiza tiene de cinco a diez mililitros de sangre cultivada.
En los próximos meses, los científicos realizarán más pruebas a un mínimo de diez participantes que recibirán dos transfusiones con al menos cuatro meses de diferencia. En una se les inyectarán glóbulos rojos estándar donados y en otra los cultivados, para así comprobar cuáles duran más en el cuerpo receptor.
El papel de las transfusiones en el futuro
Si se demuestra que son seguras y eficaces, las células sanguíneas fabricadas podrían, con el tiempo, revolucionar los tratamientos para las personas con trastornos sanguíneos como la anemia drepanocítica y tipos de sangre raros. Puede ser difícil encontrar suficiente sangre donada compatible para algunas personas con estos trastornos.
Los científicos están esperanzados con este nuevo descubrimiento y su buen funcionamiento. Sin embargo, es cierto que se necesitan más ensayos antes de utilizar esta sangre cultivada en hospitales y demás centros sanitarios.
En el futuro, si esta técnica se implantara se podrían mejorar los tratamientos de pacientes con tipo de sangre poco común o para personas con necesidades transfusionales complejas. Además, los pacientes no necesitarían transfusiones con tanta frecuencia, lo que reduciría la sobrecarga de hierro de los pacientes que las reciben a menudo.
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