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Este verano, el clásico andaluz vuelve a destacar por su frescura y sus beneficios nutricionales, pero ¿te puedes alimentar solo a base de gazpacho?
Cerveza, tinto de verano o agua bien fría. Pocas cosas hay en verano en España tan características para soportar las altas temperaturas. Si hablamos de comidas, aunque también bebidas, el gazpacho podría colocarse perfectamente como el rey indiscutible, especialmente en Andalucía.
La receta tradicional es fácil de preparar: pimiento, cebolla, ajo, aceite de oliva, vinagre, sal, pepino y por supuesto tomate. Un conglomerado que es representante de la dieta mediterránea pero sobre el que surge una pregunta: ¿Es sano tomar gazpacho todos los días?
Considerado una "ensalada líquida", este plato es muy apreciado por su capacidad para hidratar y aportar vitaminas y minerales esenciales: A, B6, C, E, ácido fólico, potasio y un largo etcétera. Pensando en sus bondades es imposible no imaginar un escenario en el que no entrara un vaso, o más, de gazpacho al día, ¿verdad? Lo cierto es que si bien se recomienda su consumo, habría que poner el punto de mira en otro lado.
Beber gazpacho a diario en verano está bien pues aporta beneficios a nuestro organismo. Eso sí, no es un remedio milagroso si sólo lo enfocamos como pilar de la nutrición. Al gazpacho deben acompañarlo otras comidas igual de importantes, incluso más aún si hablamos de nutrientes. Sólo así lograremos un equilibrio perfecto en la dieta.
En definitiva, el gazpacho no solo es una deliciosa manera de refrescarse en verano, sino también una opción nutritiva y versátil. Pero como cualquier alimento, la moderación y la variedad en la dieta son clave para mantener un equilibrio nutricional adecuado.