¿Realmente tiene beneficios ducharse con agua fría?

A la hora de nuestra ducha, solemos optar por agua caliente, ya que queremos relajarnos y no generar tensión sobre nuestro cuerpo. Sin embargo, la temperatura del agua es muy importante, y las duchas con agua con una temperatura entre los 20º-30º (agua fría) puede aportarnos numerosos beneficios.

Beneficios de ducha fría

En primer lugar, uno de los beneficios más importantes de ducharse con agua fría o tibia es la activación de la circulación sanguínea, ya que aumenta la vasoconstricción y permitiendo que la sangre fluya mejor y lleve mucha más cantidad de oxígeno a todas las partes de nuestro cuerpo y previniendo la formulación de varices.

Además, el uso de agua fría en nuestras duchas favorece dejando nuestro cabello mucho más hidratado, brillante y vivo. Incluso tonifica la piel y reduce la aparición de rojeces e irritaciones producidas por el abuso de agua caliente mientras nos duchamos.

El uso de agua fría también es recomendable, si lo que queremos es despejar nuestra mente de las preocupaciones del día a día, y se quiere tener un cuerpo mucho más relajado, concentrado y con mucho mejor ánimo. Además, este hábito fortalece en gran medida nuestro sistema inmunológico, evitando posibles enfermedades, reduciendo en absentismo laboral y aumenta la productividad, tal y como se recoge en un estudio desarrollado por la revista Plos One.

Por último, si eres una persona deportista y realizas actividad física cada día, las duchas de agua fría son regeneradoras y muy alivianes, y actúa contra las piernas cansadas. Según un estudio de Thieme International of Sport Medicine, las duchas de agua fría mejoran la función microvascular y ayudan a regenerar y proteger nuestro cuerpo, tras el desarrollo de la actividad.