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ESTO NO LO SABÍAS
El cerebro es una parte todavía desconocida del ser humano, y no deja de sorprender su funcionamiento
Probablemente la risa sea, sino la mejor, de las mejores sensaciones que se pueden sentir. A todo el mundo le gusta reír, ya sea con amigos, con un programa en la televisión, con un chiste o con memes en redes sociales. Todo el mundo tiene su tipo de humor, una serie de cosas que le hace más gracia que otras, pero el funcionamiento del cerebro que hace que esto pase es idéntico en todos los casos.
En el momento en el que se percibe un chiste, puede parecer que nos reímos al momento, de forma instintiva, pero la verdad es que hay un complejo proceso que ocurre en milisegundos hasta detrás de la más mínima risa. En primer lugar, el cerebro detecta una incongruencia, después traza la relación entre las premisas y por último se da la resolución. En este último momento es cuando uno se da cuenta de si el chiste le ha hecho gracia o no.
Muchas partes del cerebro se activan cuando se escucha una broma. Por ejemplo, el córtex es el encargado de establecer las relaciones entre las premisas, la amígdala conecta la parte cognitiva con la emocional y el sistema mesocorticolímbico es el que decide si la broma hace gracia o no.
En gran medida, el motivo por el que se decide que una acción es graciosa o no, es por el efecto sorpresa. También puede ser por lo inteligente o lo absurdo de la situación, pero si se puede ver venir, si es predecible, probablemente no sea igual de divertido. En parte, es por eso que cada vez uno se ríe menos con las mismas cosas. A pesar de que pueda parecer muy buena una broma, cuando se ha escuchado muchas veces, la sensación no es la misma.
Otro factor que condiciona el sentido del humor y las situaciones que parecen graciosas es la personalidad de cada uno. Esto se debe a que depende del estímulo, este puede recordar a una persona o situación concreta que, además de parecer graciosas, puede traer un buen recuerdo.
Hay terapias médicas centradas en los múltiples beneficios de la risa, ya que esta puede reducir los niveles de la hormona del estrés y de azúcar, lo que es bueno para las personas diabéticas y promueve el flujo se sangre y estimula el sistema inmunitario.
Además de los efectos físicos, se ha demostrado en varias ocasiones que la risa tiene multitud de beneficios mentales y emocionales. La técnica centrada en esta práctica se denomina risoterapia, y consiste en el uso de diferentes actividades para que una persona o grupos de personas sean conducidas a ese sentimiento de desinhibición que proporciona a risa y que lleva a experimentar esas ventajas emocionales y mentales.
Entre estas ventajas se pueden encontrar la elevación en la tolerancia al dolor subjetivo, aumentar las capacidades sociales y mejorar el estado del ánimo combatiendo el estrés y la ansiedad.