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AUMENTA EL BIENESTAR PSICOSOCIAL... Y MUCHO MÁS
La disminución de la fertilidad y los riesgos para la salud durante el embarazo y el parto que están asociados con la edad avanzada de la madre recomiendan no retrasar demasiado la maternidad. Sin embargo, al estimar las consecuencias del aumento de la edad materna es importante considerar los pros y los contras físicos y psicosociales, según afirma una investigación de la Escuela de Negocios Aarhus BSS de Dinamarca.
Investigaciones anteriores han indicado que una mayor edad a la hora de ser madre se asocia con el aumento del bienestar psicosocial durante el embarazo y los primeros días después del nacimiento del niño. Los nuevos resultados indican que las ventajas para las madres mayores y sus hijos se extienden hasta la edad escolar de los niños, pero disminuyen antes de los 15 años.
¿Por qué las mujeres posponen la maternidad?
Cuando las madres de hoy día deciden tener hijos mucho después de lo que estábamos acostumbrados socialmente se debe a varias razones: vivimos más tiempo, las mujeres tienen más oportunidades educativas y de carrera, y la anticoncepción ha mejorado. Actualmente la edad promedio de embarazo es de 30,9 años. Esto también significa que la mayoría de los niños nacen cuando su madre tiene más de 30 años y que la proporción de niños cuya madre tenía más de 40 años cuando nacieron se ha cuadruplicado en comparación con 1985.
¿Cómo afecta el tener una madre mayor a la crianza del niño?
Las madres mayores corren mayor riesgo de experimentar complicaciones durante el embarazo y el parto que las madres más jóvenes. Están en mayor riesgo de tener un aborto espontáneo, dar a luz prematuramente y tener hijos con deformidades. Pero, diversos estudios demuestran que las mujeres de edad madura lo llevan bastante mejor durante la primera parte de la maternidad: se preocupan menos durante el embarazo, son más positivas acerca de convertirse en madres y en general tienen una actitud más positiva hacia sus hijos.
Así, los niños con madres mayores -independientemente de los antecedentes, educación y finanzas de sus padres- tienen un mejor lenguaje y menos problemas conductuales, sociales y emocionales. Una de las razones de estos valores positivos es que las madres mayores tienen relaciones más estables, son más educadas y han obtenido un mejor acceso a los recursos materiales.
"Sabemos que las personas se vuelven más flexibles mentalmente con la edad, son más tolerantes con otras personas y prosperan mejor emocionalmente, por eso la madurez psicológica puede explicar por qué las madres mayores no regañan y disciplinan físicamente a sus hijos. Este estilo de crianza puede contribuir a un ambiente psicosocial positivo que afecta la educación de los niños", comenta Dion Sommer, líder del trabajo.