TRAÍDAS A LA TIERRA EN 2020

El rover chino Chang'e-5 trajo a la Tierra muestras de un terreno no explorado de la Luna

La misión aterrizó en la región lunar de Mons Rümker y trajo a la Tierra casi dos kilogramos de regolito con siete tipos de roca diferentes.

Cadenas de galerías y cráteres observadas en la LunaNASA / Universidad de Arizona

La misión china Chang'e-5 se lanzó a la Luna el 23 de noviembre de 2020. Menos de un mes después, el 16 de diciembre, volvía a la Tierra con casi dos kilogramos de roca lunar. El estudio científico indica que algunas muestras pertenecen a terrenos lunares inexplorados.

Durante su estancia en el satélite, Chang'e-5 aterrizó en la región de Mons Rümker en el norte del Oceanus Procellarum. Allí recolectó los 1,731 kilogramos de clastos ígneos, materiales derivados que se encuentran en suelo lunar. Ahora, la Academia China de Ciencias ha publicado un artículoen 'Nature Astronomy' donde cuenta la composición de ese regolito.

Para estudiar las muestras, los científicos tamizaron unas 3.000 partículas de menos de dos milímetros cada una. Esto les sirvió para identificar su composición y procedencia. De hecho, los investigadores identificaron siete tipos de muestras de roca que consideran "exóticas", dado que no se conocían hasta ahora.

Específicamente, las siete muestras identificadas y que la Academiadescribe son: un fragmento vitrófico con alto Ti, un basalto con bajo Ti, una olivino-piroxenita, una anortosita magnesiana, una litología evolucionada, un fragmento de olivino rico en Mg y una cuenta de vidrio piroclástico.

Tras su estudio, los científicos asociaron estas muestras con materiales expulsados por impactos de otras regiones de la Luna, específicamente de entre 50 y 400 kilómetros desde donde se encontraba Chang'e-5. Observaron que tenían características petrológicas y de composición distintas a las obtenidas por las misiones Apolo de la NASA, por lo que las calificaron como "exóticas".

Por ejemplo, el fragmento vitrófico con alto Ti muestra que los basaltos lunares tienen una mineralogía única. Por otro lado, la presencia de anortosita magnesiana demuestra que es uno de los componentes de la corteza lunar. Además, el vidrio piroclástico registra que en la composición de la Luna se encuentran restos de una erupción volcánica.

Esta investigación sugiere que todavía existen zonas de la Luna desconocidas. Así que, estudios como este pueden ayudar a planificar futuras misiones de exploración al satélite.