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MUY CURIOSO
Parece raro, y aunque es muy poco común, la cola en bebés que nacen existe y se ha descubierto que podría no ser benigna.
Es muy raro que las personas tengan cola, pero aunque haya gente que piense que es imposible, la realidad es que existe y hay bebés que han nacido con ella. Actualmente existen en total 40 casos en todo el mundo de lo que se conoce como cola humana, aunque también podría ser que haya más y no se hayan dado a conocer.
Por lo general, la cola no supone ningún problema ya que se extirpa quirúrgicamente sin complicación ninguna. Antes se pensaba que esta cola humana era algo benigno, sin embargo, parece que está asociada a determinadas patologías.
Durante muchos años se ha creído que la cola humana era un vestigio de la cola de nuestros antepasados y que, una vez extirpada, el individuo no tendría más problemas. Pero, por desgracia, a medida que han ido apareciendo nuevos casos se ha comprobado que la mayoría de los niños que nacen con cola suelen tener otros problemas de la columna, como meningocele o espina bífida.
Eso supondría que, además de esa intervención para extirpar la cola humana, los niños tendrían que someterse a un seguimiento posterior por posibles problemas de salud. Incluso podrían necesitar más operaciones.
Hay dos tipos de cola en seres humanos. La que se conoce como cola humana no tiene huesos, al contrario que las de otros animales. Sí que tiene músculos, tejido conectivo, vasos sanguíneos y nervios. Siempre está cubierta de piel, puede medir hasta 13 centímetros y suele salir del coxis. Se cree que esta se forma por algún error durante el desarrollo embrionario.
Cuando somos embriones, hay un momento en el que todos tenemos cola. Se forma sobre la semana cinco de desarrollo y suele desaparecer en la semana ocho, por eso la mayoría nacemos sin ella.
Los bebés que nacen con ella podrían haber tenido un fallo durante el desarrollo embrionario y por ese motivo la cola no les desapareció.
Un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina expuso en 2012 el caso de seis niños con edades comprendidas entre los tres días y los dos años que habían nacido con cola humana, cada una de una longitud y características diferentes.
Todos se sometieron a cirugía de la cola, pero algunos tenían otros problemas que requirieron más pruebas. Tres de ellos tenían espina bífida y uno meningocele. Todo esto está íntimamente ligado a la cola que desaparece en la semana ocho, por lo que no es raro que tres de los seis niños de este estudio sobre la cola humana tuviesen espina bífida.
Es por esta razón por la que se concluyó que la cola humana no es tan benigna como parece.