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FARMACÉUTICO FERNÁNDEZ EN TIK TOK
Investigadores han demostrado que este hábito puede dificultar conciliar el sueño en las primeras horas del día y a la noche siguiente.
Cuando te suena el despertador por las mañanas, ¿eres de los que posponen la alarma y se quedan en la cama cinco minutos más o de los que se levantan inmediatamente? Si eres de los primeros, deberías saber que se trata de un gesto perjudicial. Te contamos los detalles.
La cuenta de Tik Tok de Farmacéutico Fernández publicaba recientemente un vídeo en el que lo explicaba. "En la vida existen dos tipos de personas: los que se despiertan y levantan con la primera alarma del despertador y los que van retrasándolo diez minutitos, diez minutitos, diez minutitos", comenzaba diciendo.
"Según la ciencia, despertarse y volverse a dormir, y despertarse y volverse a dormir es mucho peor porque inicias e interrumpes el ciclo de sueño varias veces", explicaba Farmacéutico Fernández. "Lo mejor es que te pongas el despertador a la hora final que te tengas que levantar y listo, que así molestarás menos y dormirás más", finalizaba en tono humorístico.
Lo cierto es que no se trate de un hecho visto únicamente en Tik Tok ya que existe un estudio científico que lo asegura. Este, realizado por la Universidad de Notre Dame de París, afirma que retrasar el despertador por la mañana no sólo no ayudaría a sentirse más descansado por haber recuperado unos minutos más de sueño, sino que incluso sería perjudicial para la salud.
La razón de este efecto secundario hay que buscarla en la interrupción de los ciclos naturales del sueño, que constituye un verdadero trauma para el organismo al despertarse. El aturdimiento típico de los primeros minutos del día es, de hecho, una sensación fisiológica que acompaña al organismo desde el sueño hasta la vigilia.
En definitiva, levantarse sin retrasar el despertador y aceptar que no se está inmediatamente preparado para realizar todas las actividades del día es la mejor manera de sentirse con más energía en un máximo de dos horas.
La primera solución para evitar dormirnos después de escuchar la primera alarma es armarse de fuerza de voluntad y sentarse inmediatamente en el borde de la cama en cuanto oigas sonar el despertador.
La segunda, en cambio, consiste en colocar el despertador a una distancia del colchón que haga imposible interrumpir el timbre sin levantarse. Se trata, por tanto, de alejar unos centímetros la mesilla de noche o de encontrar un soporte ya presente en la habitación que pueda utilizarse para este fin antes de irse a dormir.
Por último, otra forma de no retrasar el despertador es dormir más, o de forma más relajada.