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CUATRO ETAPAS
Siempre se ha dicho que una relación dura de media entre cuatro y cinco años. Lo cierto es que esta pasa por diferentes etapas, y en los primeros cuatro años sólo hemos atravesado una de ellas.
¿Alguna vez te has preguntado cuánto dura el amor? En general, sabemos que cada relación es un mundo y que el amor no es siempre el mismo, sino que va cambiando conforme pasan los años. Pero lo cierto es que existen estudios científicos y expertos que han investigado sobre ello.
No se puede negar que cuando se recuerdan los primeros años de relación se siente hasta un poco de nostalgia, ya que es la etapa en la que solo hay pensamientos frecuentes hacia la otra persona y normalmente solo se ven las cosas positivas. En ocasiones nos preguntamos si hemos hecho algo mal que hace que no sigamos así, pero, como mencionábamos, las relaciones amorosas pasan por varias fases y cuando se van escalando, cambia lo que sentimos, incluso hay momentos que pueden hacer temblar los cimientos de la relación. Pero no debe verse como algo negativo, sino como una prueba de que todo va bien o una señal para dejar lo que ya no tiene arreglo.
Científicos y expertos hablan normalmente de cuatro etapas: la primera de euforia, en la que todo es perfecto y nos pasamos 24 horas pensando en la otra persona. Otra de vinculación, en la que reforzamos la relación que establecimos durante la euforia. Después, una tercera etapa de crisis y, finalmente, si esta se soluciona, otra de apego profundo.
Ahora dos científicas han realizado una investigación más profunda sobre este tema. Durante décadas, ambas han realizado pruebas dirigidas a medir la actividad cerebral de parejas en diferentes fases de su relación y han concluido que el amor más tangible dura aproximadamente 4-5 años. Primero hay una fase de alrededor de un año, en la que, como mencionábamos, solo se ven las cosas positivas.
Una vez que pasa esa euforia inicial, llega la etapa de apego temprano o vinculación. En esa fase, la dopamina genera una sensación de placer que nos invita a querer seguir manteniendo este hábito.
Cuando la dopamina empieza a disminuir, la relación se convierte en algo más tranquilo. Es entonces cuando una relación está más consolidada. Si no, aproximadamente a los 7 años, llega lo que se conoce como la crisis.
Es en esta etapa en la que, en cierto modo, nos damos cuenta de que las cosas ya no son como antes, pero es lógico que hayan cambiado. Si la relación se ha consolidado adecuadamente, debe permanecer el apego. Si no es así, puede producirse una ruptura. De hecho, esta etapa suele ser decisiva: o se rompe la relación o se fortalece.
Si se superan las crisis, puede que ya no haya la misma lujuria que al principio, pero el apego sigue intacto. De hecho, puede ser todavía más profundo. Una vez llegada esta etapa, los expertos recomiendan no caer en la monotonía y salir de la rutina de vez en cuando con tu pareja será la clave para seguir fortaleciendo ese vínculo.