Tras los seísmos, en el Teide se registró un desprendimiento de roca

El viernes pasado la isla de Tenerife y, en concreto, el volcán del Teide, vivieron una jornada intensa de seísmos: un total de 458. Pero además, ese día se registró un desprendimiento de tierra, lo que ha causado cierta preocupación.

De los 458 terremotos que se produjeron en la madrugada del 17 de junio, 300 se registraron en una hora y veinte minutos. Además, 13 fueron tuvieron más magnitud. Sin embargo, el Instituto Geográfico Nacional indicó que la suma de la energía de todos los terremotos del viernes alcanzaría solamente a un terremoto de magnitud 2.

Esto descarta, según los expertos, unaerupción volcánica del Teide a corto plazo, aunque los geólogos no se olvidan de que Tenerife es una isla volcánica. Sin embargo, el pasado viernes ocurrió algo más: se detectó un desprendimiento de roca en el Teide que dejó parte de su superficie de color más blanquecino.

Ante lo ocurrido, el sismólogo Itahiza Domínguez, del Centro Geofísico de Canarias, analizó las imágenes que los usuarios compartieron en redes sociales de la nueva franja blanca del volcán. Para Domínguez, este desprendimiento es algo "esperable en una zona tan escarpada".

Además, el sismólogo aclaró que el suceso ocurrió el mismo viernes que los terremotos, pero más tarde. Su actividad se registró en el centro del IGN a las 9:45 de la mañana, hora canaria.

¿Guardan relación los terremotos y el desprendimiento?

Después de su explicación, algunos usuarios seguían con la duda de si los terremotos habían causado este desprendimiento en la cara Norte del Teide. Ante la pregunta, Domínguez respondió: "En principio no hay nada que relacione el enjambre de la madrugada del viernes con este derrumbe porque se trataba de terremotos de muy baja magnitud (menores que 1) y es imposible que pudieran afectar así la superficie".

Además, respecto a los desprendimientos, el sismólogo explicó que estos son comunes, ya que "el Teide no lleva mil años así", y es de suponer que el pico haya sufrido estos cambios ocasionalmente. Por otro lado, Domínguez aclaró que no es fácil determinar las erupciones de un volcán y, menos aún, anticiparlas.

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