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PERO EN REALIDAD NO LO ES
Un buen amigo puede ayudarnos a superar dificultades y compartir alegrías; un falso amigo, todo lo contrario.
Las amistades son vínculos afectivos recíprocos entre personas, caracterizados por la confianza, la lealtad, el respeto y el apoyo mutuo. Según la persona, puede ser una de las cosas más gratificantes, pero también una de las más difíciles.
A veces, lo que consideramos una verdadera amistad resulta ser simplemente una relación tóxica. Estos falsos amigos entran en nuestras vidas y pueden causar mucho daño si no los detectamos y expulsamos de nuestro círculo a tiempo.
Tal y como revela el medio Mirror, según la psicóloga Silvia Severino, existen algunas señales para detectar cuándo alguien finge ser nuestro amigo.
La primera pista son los halagos constantes, ya sea sobre la apariencia física o la personalidad. Si bien es natural que un amigo nos quiera y lo exprese, si lo hace en exceso, podría estar haciéndolo para ocultar sus verdaderas intenciones.
Un falso amigo "solo aparece en las buenas", cuando una verdadera amistad debería estar presente en las buenas y en las malas.
Quien cuenta secretos no es un verdadero amigo.
Uno de los trucos de la psicóloga para detectar si alguien finge ser tu amigo es que "compiten contigo".
Muchas personas descubren que su personalidad cambia según el grupo al que pertenecen.
La culpa es una de las herramientas más antiguas y efectivas para chantajear emocionalmente a alguien. A veces puede pasar desapercibido, pero se nota en frases como: "Si fueras mi amigo, harías esto por mí".
Un verdadero amigo te critica constructivamente, en persona, con cariño y respeto.